El entrenador de los Cavaliers, J.B. Bickerstaff, dijo que apostar en eventos deportivos ha "ido demasiado lejos" y que denunció a la NBA que apostadores lo amenazaron. "Es un juego peligroso", dijo.
El entrenador de los Cleveland Cavaliers, J.B. Bickerstaff, reveló que recibió amenazas de apostadores la temporada pasada y lo denunció a la NBA. Mientras se le preguntaba el miércoles por la noche sobre las apuestas deportivas tras los comentarios hechos por el All-Star de los Pacers, Tyrese Haliburton, quien dijo que a veces se siente como un "prop", Bickerstaff dijo que apostadores se comunicaron con él.  "Obtuvieron mi número de teléfono y me enviaban mensajes locos sobre dónde vivo, mis hijos y todo eso", dijo Bickerstaff antes del juego de los Cavs contra el Miami Heat. "Así que es un juego peligroso y una línea muy fina por la que estamos caminando". Bickerstaff dijo que le informó a seguridad de lo sucedido y que localizaron al apostador. "Nada de cargos", dijo Bickerstaff. "Pero lo encontraron". Con el crecimiento de las apuestas deportivas en Estados Unidos, Bickerstaff, que está en su cuarta temporada completa con los Cavaliers, dijo que su trabajo se ha vuelto más desafiante. "Esto supone una presión adicional", afirmó. "Trae una distracción al juego que puede ser difícil para los jugadores, entrenadores, árbitros y todos los involucrados. Y creo que realmente debemos tener cuidado con qué tan cerca lo dejamos llegar al juego y la seguridad de las personas que están involucradas en el mismo. "Porque, una vez más, tiene un peso. Muchas veces las personas que juegan así con dinero pagan la factura de la luz o el alquiler, y luego las emociones que surgen de eso. Así que creo que estamos caminando por una línea muy fina y tenemos que ser extremadamente cuidadosos a la hora de proteger a todos los involucrados". Debido a que los fanáticos pueden apostar en sus teléfonos en la arena (los Cavs tienen una casa de apuestas dentro del Rocket Mortage FieldHouse), Bickerstaff dijo que la línea entre el juego y las apuestas nunca ha estado tan cerca. "No hay duda de que se ha cruzado la línea", dijo Bickerstaff. "La cantidad de veces que estoy ahí y podemos tener una ventaja de 10 puntos y la diferencia es de 11 y la gente me grita que deje a los jugadores [en el partido] para que podamos cubrir la diferencia, es ridícula. "Pero, repito, entiendo el aspecto comercial y la naturaleza del negocio. Pero quiero decir, es algo que creo que ha ido demasiado lejos".
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