NUEVA YORK -- Alex Verdugo disfrutó muchísimo de su primer jonrón con el uniforme a rayas en el Yankee Stadium a principios de este mes. Conectó el 'sweeper' que le sirvió el abridor de los Miami Marlins, A.J. Puk, se hincó en una rodilla, y sin prisas observó cómo la pelota desaparecía por el jardín derecho. Disfrutó el momento con uno de sus típicos trotes pausados de jonrón.
Y entonces comenzaron los ladridos. Los ruidos caninos comenzaron con los aullidos agudos de Verdugo mientras salía corriendo del campo. Piensa en un chihuahua. Se hicieron más profundos mientras chocaba manos con sus compañeros de equipo a través del dugout: ladridos festivos y a todo pulmón de Verdugo & Co., como una manada de dobermans.
"Oye, hombre, ¿a quién no le gusta ladrar?" dijo Verdugo después del partido, vistiendo una camiseta de "Bronx Dawgs".
Los ladridos se han convertido en la forma de celebración preferida de los New York Yankees de 2024. El movimiento alusivo a los perros nació durante la galvanizante barrida de la serie de cuatro juegos del club sobre los Houston Astros para iniciar la temporada. Ha continuado durante el inicio de 13-6 del equipo -el mejor arranque en la Liga Americana- sin el as Gerrit Cole.
Los ladridos representan un cambio para una franquicia históricamente reprimida. Ganar partidos siempre aumenta las vibraciones, pero hay un espíritu diferente, una relajación en este grupo después de una miserable temporada de 2023.
"Siempre he sido un creyente, (con) 162 juegos en 180 días, y extender eso aún más durante los entrenamientos de primavera, se convierte en una rutina diaria", dijo el mánager de los Yankees, Aaron Boone. "Y quiero muchachos que den energía, no que absorban energía, en esa sala. Y eso puede verse de muchas maneras diferentes".
Tres recién llegados, Verdugo, Juan Soto y Marcus Stroman, han sido donantes centrales de energía, cada uno con sus propioss brío y arrogancia. Verdugo ladra y se golpea el pecho. Soto irrita al lanzador contrario. A Stroman, una vez cada cinco días, le gusta solicitar ruido a la multitud cuando coloca ceros.
"(Ellos) han aportado una energía que, ya sabes, en ciertos días es una pequeña inyección en el brazo", dijo Boone. "Cuando la gente entra en esa sala y trae algo a la mesa todos los días, creo que ayuda a establecer el tono".
Los Yankees no adquirieron a esos tres jugadores por su vibra. El gerente general Brian Cashman buscó agregar amenazas zurdas a una alineación repleta de diestros durante la temporada baja. Soto es uno de los mejores bateadores del mundo. Verdugo es un defensor fuerte con una valiosa habilidad para hacer contacto. Ambos fueron adquiridos mediante intercambios. Stroman fue contratado para reforzar la rotación detrás de Cole.
Cada uno de los tres recién llegados destacados ha dicho que su transición a los Yankees fue perfecta. Stroman creció en Long Island. Soto es una superestrella dominicana en la ciudad de Nueva York, hogar de la mayor población dominicana fuera de la República Dominicana. ¿Verdugo? Bueno, su ajuste no era tan obvio. Verdugo creció en Arizona, debutó con Los Angeles Dodgers y fue un villano en el Yankee Stadium jugando para los rivales Boston Red Sox durante las últimas cuatro temporadas.
El vigor del trío no ha pasado desapercibido en el vestuario.
"Creo que eso es lo que más se siente aquí en el camerino", dijo en español el utilitario de los Yankees Oswaldo Cabrera. "Verdugo es una de las personas más enérgicas con las que he jugado. Stroman tiene energía todo el día, voluntad de ganar todo el tiempo.
"Y, obviamente, Soto, que tiene ese sazón latino. Juega con pasión. Creo que ha sido realmente importante. Lo sientes al 100%".
El lanzador Nestor Cortes le dio crédito a Aaron Judge, ahora en su segunda temporada como capitán del equipo, por fomentar un ambiente familiar en la casa club. Cortés, un pilar en la rotación de los Yankees desde 2021, dijo que eso no ha cambiado con respecto a años anteriores, pero señaló que las adquisiciones añaden una dinámica diferente.
"Yo diría que aportan algún tipo de ventaja", dijo Cortés. "Algún tipo de 'jód...e' en juego, que es lo que queremos traer aquí".
Soto dijo: "Todos nos sentimos como una familia en este momento".
Ese sentimiento se ha extendido más allá de la casa club hasta las gradas. Los fanáticos del Bronx solían maldecir a Verdugo. En 2021, uno de ellos lo golpeó en la espalda con una pelota en el jardín izquierdo. Ahora, le ladran desde esos mismos asientos, correspondiendo la energía que él y los Yankees han aportado desde el principio.
"Es muy divertido, hombre", dijo Verdugo. "Lo están siguiendo y a nosotros nos encanta".
