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La increíble vuelta de Hingis

Martina Hingis, campeona siete años después Getty Images

BUENOS AIRES -- Solo cinco mujeres en la historia de la WTA consiguieron ser N°1 del mundo simultáneamente en singles y en dobles: Martina Navratilova, Arantxa Sánchez, Lindsay Davenport, Kim Clijsters y Martina Hingis. La calidad que hay que tener como tenista a nivel técnico y físico para conseguir un objetivo tan difícil es enorme, sobre todo porque ser N°1 en la época en que todas ellas lo consiguieron implicaba tener que ganar Grand Slams tanto en singles como en dobles. Sin eso, el N°1 era imposible.

En 2007, Hingis se retiraba del tenis en lo que fue la parte mas oscura y decepcionante de su carrera: después de regresar al circuito con éxito, dio positivo por cocaína en Wimbledon y no pidió el contraanálisis. Fue una gran decepcion para el mundo del tenis, que veía como el regreso de Hingis se convertía en un fracaso de la noche a la mañana.

El año pasado Martina volvia a las canchas para jugar algunos torneos de dobles, con Daniela Hantuchova, sin demasiados buenos resultados, pero también es cierto que Hantuchova no tiene un nivel tan alto como para ganar torneos importantes en dobles, al menos regularmente.

Este año Hingis arrancó como entrenadora de la finalista de Wimbledon 2013, la alemana Lisicki, que no está pasando por su mejor momento pero que suele brillar en pasto, donde su saque es demoledor. Y parece que a Hingis no le alcanzó con entrenar a Lisicki y la animó a jugar el dobles, no sé si por diversión o por ganas de volver a competir, así que con invitaciones de los torneos, algo lógico por su palmarés y quizá no tanto por su positivo en 2007 (aunque ya cumplió con la sanción) arrancaron a jugar torneos juntas.

Esta semana en Miami se llevaron el titulo ante Vesnina y Makarova, que vienen jugando juntas desde 2012. Está claro que la calidad de Hingis sigue estando ahí, y eso que Lisicki no tiene grandes títulos en dobles, pero con ese saque (por algo la llaman "boom boom Lisicki") y una compañera con el tenis y la experiencia de Martina, pueden jugarle de igual a igual a cualquier pareja en este momento.

Veremos hasta donde llega la aventura de la suiza, que ya tiene 33 años pero puede seguir jugando tranquilamente si ella quiere porque estuvo retirada mucho tiempo y eso siempre te quita años en el físico. No es lo mismo tener 33 años sin haber dejado de competir nunca, que su caso.

Ahora arranca la gira de polvo y pronto Lisicki defenderá todos los puntos de la final de Wimbledon, asi que deberán decidir si seguir con esta aventura del dobles, o si enfocarse en el singles de Lisicki, que necesitará de muchos puntos en la gira europea si no quiere que su ranking (15) se aleje demasiado del top 20.