BUENOS AIRES -- Se terminó nomás, para este equipo Pampa que hizo un gran papel en tierras sudafricanas.
Recuerdo cuando hablábamos de este torneo antes de empezar, de la gran oportunidad que tenían estos jugadores, de empezar a mamar cosas nuevas, de comenzar a ver, en un nivel más alto de lo acostumbrado, cómo el rugby de lo general se transforma en el rugby de los detalles, donde los espacios escasean, donde los tiempos se achican, donde un pequeño error, que en el rugby doméstico es corregible, en este rugby son puntos en contra.
Y no tengo dudas de que este equipo volvió de la Vodacom Cup habiendo vivido todo esto y mucho más.
Pensaba el otro día que si este torneo se hubiera jugado ida y vuelta en dos rondas, no tengo dudas de que el equipo argentino hubiese terminado en semifinales.
Pues quedó claro que fue de menor a mayor, que le costó acostumbrarse a las interpretaciones del réferi, a las situaciones de uno contra uno que al principio perdían y al final casi nunca, a la velocidad de reposicionamiento defensivo ante la velocidad de salida de pelota, a no cometer los "errores no forzados" que tan caro cuestan a este nivel. Todo lleva su tiempo.
Haciendo un paralelismo, es como que a un equipo que asciende de segunda a primera le des seis partidos para acomodarse y clasificar. Para cuando se empieza a acostumbrar, se acabó el torneo. Pasa en la Argentina, pasa en Inglaterra, pasa en el fútbol.
Y el equipo argentino, a pesar de ello, jugó un gran rugby por momentos. Se dio el lujo de hacer muchos cambios y mantener una línea, se ganó el respeto de todos y con un poco más de partidos hubiesen seguido mejorando.
Sin entrar en detalles, creo que hay varios jugadores que veremos con la camiseta de los Pumas en el corto plazo, y otros que se nutrirán de esta experiencia, y que quizás con una Vodacom más (o competencias de este tipo), también lo hagan en el mediano plazo.
Mis felicitaciones a todos los involucrados en esta exitosa gira, staff, colaboradores y principalmente a estos Pampas que vuelven con la cabeza bien alta.
Saludos a todos.
Diego