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El número: 24

Djokovic tiene la edad justa para el despegue Getty Images

LONDRES -- La racha de triunfos de Novak Djokovic responde directamente a una suba de su nivel tenístico. No es que haya bajado notablemente la intensidad de sus rivales, o que haya tenido que bajarse por lesión alguna gran figura. No, más bien se diría que él les ganó a todos y les ganó bien.

Está claro que Nole levantó, y que su juego de principios de 2011 (uno incluso podría estirarlo hasta fines de 2010) es tan imponente como sus números: ganó 18, no perdió.

Ahora, la pregunta: ¿por qué ahora? ¿Qué factor llevó a que su explosión deportiva se diera justamente en este momento? No tuvo ninguna modificación física notable, no cambió de entrenador, no está usando un nuevo método de entrenamiento ni otro modelo de raqueta.

Por supuesto, el salto de calidad tiene que ver con una serie de cuestiones: una evolución técnica, una madurez distinta, otra fortaleza mental. Es imposible pretender desentrañar ese secreto. Pero sí podemos señalar una casualidad que enlaza este momento de Djokovic con los puntos de dominio máximo de Roger Federer y Rafael Nadal en el circuito.

Es bastante sencillo. Federer nació en 1981 y -aunque había ganado títulos de Gand Slam anteriormente- su mayor racha de victorias consecutivas llegó en 2005. Acumuló 35 tras caer en semis de Roland Garros, la mayor cantidad de triunfos en hilera en una década. Tenía 23 años y medio, casi 24.

De nuevo: el cuerpo no es una ciencia exacta. Roger comenzó a ser un serio número uno del mundo en 2004, cuando ganó tres de los cuatro Grand Slams en el año. También tuvo un excelente 2006, y muy buenos años posteriores. Pero 2005 fue el pico de su obra.

Nadal, por su parte, fue creciendo desde sus excelentes actuaciones en polvo de ladrillo, fue haciéndose más y más completo y encontró un liderazgo a nivel mundial indiscutible en 2010, cuando se quedó con tres de cuatro Majors e hilvanó 24 triunfos al hilo entre Montecarlo y Queens. Si uno toma este año como referencia, y ve que Rafa nació en junio de 1986, basta hacer cuentas para ver que su temporada de consolidación coincidió también con una edad: 23 años y medio, para 24.

Dirán que en 2008 había ganado dos grandes y la medalla dorada en Beijing, y que también en aquel año consiguió un récord de triunfos seguidos. Cierto. Y como dije: no es una ciencia exacta.

Miremos, ahora, a Djoko. También había ganado Grand Slams. Y Masters Series. Y había vencido anteriormente a Nadal y Federer en el mismo torneo. Ahora, además, acumula 20 partidos ganados si uno cuenta la final de Copa Davis, desde diciembre del año pasado. Nació en mayo del '87. En diciembre pasado rondaba sus 23 años y medio. Está por cumplir 24.

Es un detalle, apenas. Pero puede dar una idea de que este dominio es algo distinto. Tiene cara de no ser un destello. Parece el intento definitivo, la chispa más seria. Es casi un consuelo y una contradicción: en esta era llena de prodigios tempranos, aparece cierta constante en el punto de despegue de los jugadores de élite. Parece el momento físico y mental más pleno: 24 años, la edad en la que los dos tenistas más dominantes de los últimos años ejercieron su dominio.

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