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Un paréntesis para el Chicote

Luis Ignacio Arroyo hizo la rotación de los Yankees Getty Images

La historia de Luis Ignacio Ayala merece un paréntesis. Cuando muchos lo dieron por acabado a mediados de 2010, el mexicano le demostró a ellos lo contrario, hoy lanza para los Yankees.

Emocionado por el sólo hecho de estar a las órdenes de Joe Girardi en el 2do día de Temporada 2011, Ayala confiesa en entrevista para ESPN DEPORTES que desearía que en México hubiese más interés por la pelota y que la presencia de periodistas mexicanos cubriendo la fuente fuese mayor. También el hecho de que sólo 9 mexicanos jugarán desde el principio en Grandes Ligas no copera a que quizás la situación sea distinta.

En Mayagüez, días antes de que los Yaquis de Ciudad Obregón se coronaran campeones de la Serie del Caribe 2011, Ayala nos decía en confidencia que un equipo grande estaba tocándole la puerta, una semana después se reveló la incógnita y en su caso es la "salud" la que se roba todo el crédito.

"Estoy sano, estoy de vuelta, supe regresar, sacar la casta y qué mejor manera que jugando para los Yankees. La salud ha sido la pieza fundamental para estar de regreso" comenta el "Chicote".

El caso de Ayala y lo que ha atravesado es digno de ser repasado pues esta nueva oportunidad que el béisbol le ha presentado lo amerita. Entre 2003 y 2005 el mexicano fue uno de los mejores preparadores en Grandes Ligas, aunque también es cierto que quizá trabajó de más. En esas tres campañas promedió sobre 70 episodios de trabajo e incluso en 2004 lanzó 90 entradas y un tercio. A esto súmenle que el derecho siempre reportaba en diciembre para jugar pelota invernal con Tomateros de Culiacán donde asumía el puesto de cerrador para la postemporada.

Hacia el final de la 2005 ya tenía problemas en el brazo y el asunto tomó un punto dramático cuando se lastimó en pleno noveno episodio de aquel juego histórico del Clásico Mundial 2006, cuando México eliminó a Estados Unidos.

Perdió la 2006 completa y en 2007 volvió sin problemas.

En 2008 los Nationals perdieron a Chad Cordero por lesión y le entregaron el puesto de cerrador a Jon Rauch. Algunos miembros del staff de coaches de los Nationals, piensan que Ayala se sintió mal porque le dieron la oportunidad de cerrar a Jon Rauch y no a él. Lo cierto es que su rendimiento bajó muchísimo y terminó cambiado a los New York Mets, donde tuvo que cerrar juegos al final, debido a la lesión de Billy Wagner.

Rick St. Claire, quien era coach de pitcheo de los Nationals en aquel tiempo dio una explicación diferente. Desde su punto de vista, Ayala dejó de usar su sinker, la cual siempre ha sido su mejor arma.

Lo importante aquí es que su rendimiento bajó muchísimo. Para 2009, los Twins lo llevaron como relevista intermedio, ni siquiera como preparador. Su desempeño no fue el esperado por lo que al final lo dejaron libre y ahí comenzó su debacle. Florida lo contrató, pero lo cortó tras un par de semanas al no rendir. Luis Ignacio no era el mismo. La velocidad estaba ahí, pero no tenía el mismo comando ni la efectividad de otros años con su sinker.

La 2010 en cuanto a la pelota estadounidense tampoco fue buena, no pudo hacer el equipo con los Dodgers y tras deambular por la AAA con ellos, los D'backs y los Rockies, optó por descansar previo a la temporada invernal.

Fue entonces cuando un movimiento relacionado con su equipo en la Liga Mexicana del Pacífico alteró los planes a su favor. Culiacán lo cambió a Mexicali. Y hoy seguro hay más de un guinda arrepentido. Llegó entonces su renacer. Con los Aguilas no sólo estaba la velocidad allí, sino que El Chicote comenzaba a trabajar la esquina de adentro como antes y su sinker, volvía a estar salvaje.

Mexicali, antes de tirar la toalla definitivamente en la Liga lo cambió a Ciudad Obregón en un movimiento clave. Los Yaquis tenían buena ofensiva, pitcheo abridor, pero ningún brazo confiable para el noveno episodio. Ayala fue la pieza que faltaba para el Título de la LMP y posteriormente, la corona del Caribe.

Entonces volvemos a la actualidad de esta historia porque Luis Ignacio Ayala llegó al campo de entrenamientos de los Yankees en magnífica forma, pero a decir verdad, con muy pocas posibilidades de ganarse un puesto. Es más, fue cuando se confirmó que Pedro Feliciano comenzaría la temporada en lista de lesionados, cuando se abrió un sitio. Un premio a los fantásticos meses de primavera que tuvo en Tampa. Ayala se ganó a pulso su puesto y venció al menos, a Steve Garrison para ganar el último sitio del bullpen Yankee.

Al preguntarle sobre si le abruma o no jugar para esta organización, Ayala respondió: "No me abruma, más bien me alienta jugar para un equipo de primer nivel donde no se puede fallar. Gracias a Dios este bullpen está excelente, aún cuando sólo tengamos a un zurdo disponible (Logan), pero el hecho de que Bartolo Colón esté en el bullpen habla de la profundidad que tenemos en este departamento. Los Yankees van a dar mucho de qué hablar"

No es poca cosa jugar con los Mulos, pero ahora viene lo bueno: Mantenerse.