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Adiós vergonzoso de Manny Ramírez

Manny Ramírez se llevó dos Series Mundiales con los Medias Rojas de Boston Jim Rogash/Getty Images

SANTO DOMINGO -- Las Grandes Ligas anunciaron este viernes que el jardinero dominicano Manny Ramírez se retiraba del béisbol luego de 19 años de una carrera con números de inmortal de Cooperstown.

El inesperado anuncio asombra a medio mundo por una razón simple: Ramírez firmó un contrato de una temporada y $2 millones con los Rays de Tampa Bay y sólo han pasado seis encuentros de la joven campaña.

Ramírez acumula un promedio de por vida de .312, gracias a sus 2.574 hits en 8.244 turnos al bate, además de 555 cuadrangulares y 1.831 remolcadas en su paso por las mayores. Ramírez ha jugado para los Indios de Cleveland, Medias Rojas de Boston, Dodgers de Los Ángeles, Medias Blancas de Chicago y los Rays.

También tiene dos anillos de campeón en su poder, incluyendo el premio de Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 2004, con los Medias Rojas, que llevó al conjunto a romper una sequía casi centenaria. También se vistió con la gloria nuevamente en el 2007 con los Medias Rojas.

Pero Ramírez tiene manchas muy profundas en su paso por las mayores, interrogantes que a la postre podrían mantenerlo alejado del nicho que alberga a los mejores jugadores de toda la historia.

En el 2008, Ramírez prácticamente obligó al conjunto de Boston a que lo cambiara a los Dodgers, librando una batalla mediática con la gerencia de Theo Epstein. Su llegada a Hollywood resultó digna de película, gracias a la movilización de la fanaticada californiana hacia el Dodger Stadium y a sus números asombrosos.

Sin embargo, luego de firmar un contrato de dos años con los Dodgers, Ramírez arrojó positivo a sustancias controladas y fue suspendido por 50 partidos tras violar la política antidopaje de las mayores.

Tras resultados decepcionantes en el 2010 (.298-9-42) con los Dodgers y Medias Blancas, el dominicano tuvo una oportunidad adicional con los Rays, que lo firmaron para que éste demostrara que podía jugar.

Pero la noticia de que en los entrenamientos de primavera volvió a arrojar positivo a dopaje y que ahora enfrentaría una suspensión de 100 partidos es un cubo de lodo que será muy difícil, para no decir imposible, de limpiar.

Ese no era el adiós que Manny le debió guardar a sus fanáticos. Este resultado final es una pena y una verdadera vergüenza.