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A no confiarse

BUENOS AIRES -- Colombia dio el gran golpe y se clasificó en primer lugar del Grupo A, la misma zona donde juega la Argentina de Lionel Messi, el anfitrión y gran favorito a levantar la Copa América en casa. El hecho es importante y debe ser destacado como un paso adelante de esta Selección que dirige Bolillo Gómez, sin embargo, es muy importante no creer que todo está hecho.

El Seleccionado cafetero ha sufrido en más de una ocasión de "exceso de confianza". En Colombia todos saben que eso es casi tan perjudicial para un equipo como la carencia de respuestas futbolísticas, porque en este juego el aspecto anímico juega un papel fundamental. Ahora, la tarea más importante del cuerpo técnico será capitalizar este buen momento emocional y transformarlo en fútbol y no en un triunfalismo que lleva al fracaso.

"El fútbol es un estado de ánimo". La frase ya se ha convertido en un lugar común, sin embargo no por eso pierde veracidad. Todos saben que para que un grupo de futbolistas cumpla los objetivos debe confiar en sí mismo, debe sentirse capaz de superar los objetivos. Hoy, Colombia está en un gran momento psicológico y por eso se ha ganado el
cartel de favorito, algo que no es bueno para una Selección que llegó en silencio y creció gracias a esa modestia.

Quizás la mejor virtud de este equipo es la solidaridad. Y no puede haber solidaridad si no hay confianza colectiva. Todos saben qué es lo que deben hacer y cuándo. Para mantener el nivel y seguir por este camino es esencial que ningún futbolista deje de sentir esto. Para que Colombia corone una gran Copa América no debe repetir errores anteriores, que amargaron para siempre a la mejor generación de la historia. Aquel equipo de 1994 se formó con alegría y lujos pero se creyó el mejor de todos y por eso perdió.

Hoy, después de muchos años, la opinión pública dirá que Colombia es el mejor equipo de un torneo. Dirán que Falcao es el delantero más peligroso de la Copa, que Yepes tiene la experiencia necesaria para liderar a un campeón, que Carlos Sánchez está en condiciones de volver a anular a Messi y que Guarín es el mediocampista más completo de América. Algunas de estas frases pueden ser verdaderas, pero el plantel cafetero no debe oírlas. Debe seguir como hasta ahora, en silencio, trabajando.

La humildad llevará al conjunto tricolor a la gloria, porque hasta ahora ganó gracias a jugar como un equipo humilde, serio y solidario. Sabe cuándo pelear y cuándo atacar. Cuando pelea, lo hace con fuerza y decisión, cuando juega, con precisión y velocidad. Sólo tiene un problema grave: la falta de contundencia. En el fútbol de hoy no se puede regalar ninguna oportunidad y Colombia falla demasiado frente al arco rival. Pese a esto, lo más importante es llegar y el cuadro cafetero llega con claridad y con mucha gente.

Por último, Bolillo debe defender su idea ofensiva. Ante Argentina mereció ganar porque nunca se replegó y planteó un partido de igual a igual. De esa forma estuvo a punto de ganarle y así debe jugar en los cuartos de final, ante el rival que sea. Además, la defensa está en un gran momento y puede resistir el juego de ataque de los mediocampistas.

Colombia debe seguir como hasta ahora, no cambiar nada. Y sobre todo mantener la humildad y la confianza bien entendida. Sólo de esa manera podrá alcanzar algo que puede ser histórico. El fútbol lo tiene y las condiciones están dadas. Depende de ellos.