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A donde sueñes llegar

BUENOS AIRES -- Minuto 93, en la fría noche de Salta. Un hombre vestido de implacable negro, con guantes blancos en las manos y una cabeza perfectamente rasurada y redonda se aprieta contra varias camisetas rojas y blancas a rayas y otras borravino.

Córner para Venezuela que, ya clasificado, busca un agónico empate ante Paraguay. El hombre de negro y con guantes eleva su calva sobre el resto. Cabecea cruzado para que otro hombre, cuyo nombre no quedará en la historia, lo transforme en héroe.

"¿A dónde?", responde con señas Renny Vega al grito de su DT, César Farias, que le pide que vaya a cabecear. El hombre de negro cree, y va. Venezuela cree, y empata. Eso es la vinotinto hoy, confianza sin complejos.

La que muchos, con desprecio, todavía llaman la "cenicienta" dejó atrás hace ya mucho tiempo cualquier sentimiento de inferioridad. Renny Vega es, quizás, quién mejor lo simboliza. Un arquero arriesgado, es cierto, pero con personalidad, muy seguro en su talento y en que no es menos que nadie. Como Venezuela.

Esta selección de Farías, que no brilla como otras anteriores pero que obtiene mejores resultados, no se acostumbra a perder. Incluso cuando ya logró su objetivo, el pase a 4tos. Por eso se aleja del nivel de otros equipos como Bolivia o Ecuador, más acomplejados. Y se acerca a otros como Paraguay o Uruguay, con más historia.

Venezuela cree y crece. No vino a "pasear" a esta Copa América, como repiten sus jugadores. Intenta lo imposible una y otra vez, para alcanzar lo posible cada vez más alto.