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Los niños los verdaderos amigos de Messi

La Pulga y varias figuras estarán en Colombia Mexsport

MÉXICO -- Se llama Iván y tiene unos 10 u 11 años. Es superfan de Lio Messi y no podía comprar los boletos para ir al partido que el goleador argentino jugaría con sus amigos. Pero se puso buzo, respondió una quiniela y se ganó dos entradotas que tenía que recoger en un lugar tan pero tan lejos que ha habido quienes prefieren dejar ir un trabajo ahí antes que transportarse hasta allá todos los días.

Entonces se ganó los boletos y le pidió a su mamá que lo llevara a recogerlos. Mientras los traían Iván estaba tranquilo, serio. Y mientras su mamá mostraba la copia de su identificación y firmaba de recibido Iván seguía muy sereno. Pero cuando tocó los boletos y vio que eran de verdad, gritó y literalmente brincó de alegría, "¡Sí voy a ir!". "Es que Messi es su ídolo y no podíamos comprar los boletos", dijo su mamá.

Y así es como Iván conoció a Lio Messi, de lejos en la cancha del estadio Azul, junto con muchos otros niños para quienes el personaje Messi es el deportista que quieren llegar a ser de grandes, aunque apenas les lleve diez o quince años. Y los que ya son grandes y no pudieron ser los mejores futbolistas del mundo como querían de niños, de igual forma admiraron a sus ídolos de antes en la cancha del Azul.

Quizá para Messi y compañía era un partido más, no lo sabemos. Es cierto que Messi no atendió a la prensa, que llegó demasiado tarde a México y se fue demasiado rápido, pero a los niños que esperaron horas para verlo en el estadio, tanto los que pagaron un boleto como los que se lo ganaron o los que estaban ahí como parte de la fundación del doctor Sonrisas porque son pacientes en tratamiento por enfermedades graves, no les interesa realmente la actitud de Messi fuera de la cancha, sino ver la magia que hace adentro, cuando tiene un balón en los pies.

Es cierto que era un partido de exhibición y ni Messi ni sus amigos dieron la mejor actuación de sus vidas. El retiro se les nota a los que ya no juegan y el ritmo estuvo de vacaciones en este juego, pero a los niños tampoco les importa. Los niños tienen la sorprendente habilidad de vestir de un halo de genialidad a los adultos que admiran y los ven a través de ese filtro luminoso. Harían cualquier cosa por ellos, como si fueran sus verdaderos amigos. Para los pequeños aficionados sí fue uno de los mejores partidos que han visto en sus cortas vidas.

He visto a campeones del mundo de cerca, me he tomado fotos con ellos como una vil fan, pero pocas veces he visto la emoción que despierta este deporte como en Iván, que gritó cuando recibió sus boletos de Messi y amigos. No le reprocho al campeón de la Champions haber dejado plantada a la prensa y pasar tan poco tiempo en el país, porque gracias a su partido pude ver a un verdadero enamorado del deporte de cerca. Y no era Messi, que apenas jugó una hora y se fue. Era Iván.