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Objetivo cumplido

El tobillo de Nocioni es una postal un poquito impresionante Vía Twitter

MAR DEL PLATA -- Estoy feliz por otra clasificación para los Juegos Olímpicos. Es algo muy grande. Y ahora todo el equipo está con muchas ganas de ganar la final para ser campeones en casa.

El de este sábado fue un día totalmente atípico para mí. Pasé más tiempo tratando de poner en condiciones el tobillo que pensando en lo que debía hacer en el partido. Era una carrera contrarreloj. En la entrada en calor me sentí bastante bien. El apoyo del público fue terrible e hizo que se me fuera el dolor. La gente sabe que siempre quiero dar la cara y yo hice todo lo posible para estar adentro de la cancha. No me gusta terminar así un torneo en el que había jugado bien. Pero no di un paso al costado, que tranquilamente lo podría haber hecho. Jugué como pude.

La verdad es que pensé que podía estar en mejores condiciones. Era complicado jugar con el tobillo como lo tengo. Fue muy pronto desde que me lastimé contra Brasil hasta que volví. Me costó no estar pensando en el tobillo mientras jugaba. Es que estaba muy inflamado e inestable. Por eso creo que se vieron un par de jugadas en las que en otras condiciones no habría tenido los problemas que tuve. Un rebote que tomé bien me lo sacaron de las manos porque estaba pendiente de cómo apoyaba cuando caía. Y una bandeja que erré también. En condiciones normales hubiera volcado la pelota.

Me di cuenta que no ayudé al equipo. No le estaba aportando lo que necesitaba. El juego estaba a un ritmo diferente al mío. Fue duro porque pensé que iba a estar mejor. Pero por lo menos estuve. Lo que yo podía hacer era muy poco comparado con lo que hicieron Pancho Jasen y Federico Kammerichs. Es por eso que en el entretiempo hablé con Julio y le dije que no me volviera a poner.

El resto del partido apoyé desde el banco.

Hoy leí muchos comentarios en twitter que comparaban lo que yo hice con lo que hizo Maradona en el Mundial de 1990. Lo intenté pero no me salió como a él. El estuvo mucho mejor que yo, je. Una lástima no haber podido rendir.

Lo más importante es que se ganó la semifinal de la que tanto tiempo habíamos hablado y conseguimos lo que vinimos a buscar. No fue un partido de buen nivel. No vale la pena volver a mirarlo. Nosotros dependimos mucho de las individualidades y ellos nos tomaron muchos rebotes ofensivos.

A diferencia de lo que dijeron algunos compañeros, yo en todo momento pensé que lo íbamos a ganar. Sufrí con el cierre. En el tiro de Barea parecía que el tiempo se había detenido. ¡Cómo podía tardar tanto en bajar esa pelota! Fue un momento difícil para el corazón y para todo el cuerpo. Son de esos tiros que pueden cambiar la historia. Similar a lo que nos pasó a nosotros en el Mundial de Japón 2006 con mi triple. Esta vez la suerte nos ayudó.

Antes de despedirme les digo que sigo con los tratamientos de kinesiología y hoy voy a volver a probar para ver si puedo ayudar al equipo. Tal vez pueda jugar.

Les mando un abrazo a todos y agradezco el enorme apoyo que nos dieron ayer.