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San Luis voló hasta lo más alto

Los Cardenales de San Luis, un equipo que el 25 de agosto estaba a 10,5 juegos del comodín, completaron una de las más grandes remontadas en la historia del béisbol al coronarse como campeones de la Serie Mundial tras vencer 6-2 en el Busch Stadium a los Vigilantes de Texas en el séptimo y decisivo encuentro del Clásico de Octubre.

10 más uno. El título de los pájaros rojos es el undécimo en la historia de la organización, que sólo es superada en trofeos por los 27 de los Yankees de Nueva York. El anillo de campeón es el tercero para Tony La Russa como dirigente. Se coronó con los Atléticos de Oakland en 1989 y con los propios Cardenales en 2006.

Rematadores. Los Cardenales se convirtieron en el 19no equipo que gana la serie tras estar abajo 3-2 luego de los primeros cinco encuentros bajo el formato de un máximo de siete duelos. El último equipo en hacer algo así fueron los Angelinos en el 2002 contra San Francisco.

Cómodos. San Luis es, además, el cuarto equipo que avanza a los playoffs bajo la figura del Comodín, o Wild Card, y consigue titularse. Ya lo habían hecho los Marlins de Florida en 1997 y 2003, los ahora Angelinos de Los Angeles en el 2002 y los Medias Rojas de Boston en 2004.

El MVP. La distinción fue para el tercera base David Freese. El joven, que se crió en la zona de San Luis, conectó un doblete clave en el cierre de la primera entrada que empató el encuentro a dos. Freese implantó una nueva marca de empujadas en una postemporada con 21. El registro anterior, de 19, lo compartían David Ortiz, Scott Spiezio y Sandy Alomar Jr. También igualó el registro de más hits (25) y más dobletes (8) para un playoff, este último con su compañero Pujols.

El número 1. Chris Carpenter demostró por qué es el As de la rotación de San Luis y por qué para su equipo fue una bendición que el sexto juego no se pudiese jugar el miércoles debido a la lluvia. Lanzando con apenas tres días de descanso por segunda vez en su carrera y luego de una mala experiencia ante Filadelfia, el diestro completó seis entradas y permitió sólo dos carreras. Fue el pitcher ganador.

Sin dar hit. Los locales abrieron el encuentro en el quinto inning ayudados por una exhibición de descontrol de Scott Feldman. El derecho dio boleto a Allen Craig, golpeó a Albert Pujols, pasó gratis a Freese tras poner el inning en dos outs y Yadier Molina trajo una al recibir cuatro malas. CJ Wilson vino a relevar y golpeó a Rafael Furcal, lo que produjo la quinta de San Luis. Sin imparables, ni sacar la bola del cuadro, ponían el encuentro 5-2.

La del seguro. San Luis hizo su sexta rayita en el cierre del séptimo ante Mike Adams. Infieldhit de Lance Berkman, boleto a Freese y hit de Molina fueron la fórmula de la carrera que colocaba la pizarra 6-2.

Primero, pero insuficiente. Texas aprovechó a Chris Carpenter en la primera entrada. Tras ver cómo sorprendían a Ian Kinsler en la inicial, boleto a Elvis Andrus y dobles de Josh Hamilton y Michael Young los pusieron adelante 2-0. La jugada de Kinsler terminaría siendo clave, pues los Vigilantes no tuvieron otra oportunidad de hacer un inning grande en toda la noche. Entre el segundo y el noveno episodio sólo dieron tres hits.

Toma y dame. Al mismo estilo del sexto juego, San Luis no tardó mucho en responder. Luego de dos outs, Matt Harrison otorgó boletos a Albert Pujols y Lance Berkman antes de recibir el doblete de Freese que igualó el encuentro a dos.

El sustituto. Allen Craig tomó el puesto en el lineup que dejó Matt Holliday, lesionado en el sexto encuentro. El novato produjo dividendos con rapidez al conectarle cuadrangular a Harrison en el cierre del tercero que, en su momento, puso arriba a San Luis 3-2. El palazo, tercero para él ante Texas, lo iguala con Pujols como los únicos peloteros de los Cardenales con tres jonrones en una Serie Mundial.

Joyita. Craig volvería a lucirse en la alta del sexto. Nelson Cruz le conectó a Carpenter un largo elevado que el jardinero izquierdo tomó dando un salto sobre la pared. Así, le robaba una carrera a los Vigilantes.

Sin radar. Los lanzadores de los Vigilantes terminaron entregando 41 boletos contra los Cardenales. La cifra representa un nuevo hito –uno que nadie quiere tener- en la historia de este tipo de competencias.

Octubre memorable. En la postemporada de 2011 se disputaron 38 de 41 juegos posibles. Los únicos tres encuentros que no fueron necesario fueron el 5to entre Vigilantes y Rays, el séptimo entre Cardenales y Cerveceros y el séptimo entre Vigilantes y Tigres. Los 38 duelos igualan la marca de todos los tiempos, pues esto también ocurrió en el 2003.

Fuera, otra vez. Los Vigilantes volvieron a quedarse en el terreno viendo al otro equipo celebrar el título. Ningún equipo había perdido dos veces seguidas la Serie Mundial desde que los Bravos de Atlanta cayeron ante los Mellizos de Minnesota y los Azulejos de Toronto en 1991 y 1992, respectivamente