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Todo es un negocio

Los jugadores no son dueños de su futuro, y eso genera una situación de mucha tensión US Presswire

Hola, ¿cómo están todos? De nuevo les comento que estoy muy feliz de volver a compartir mis pensamientos con todos ustedes a través de la actualización de mi blog en ESPNdeportes.com. Esta semana es imperativo hablar de lo que significa el trade deadline, para todos los que estamos involucrados en el baloncesto de la NBA, incluyéndolos a ustedes los aficionados, quienes obviamente esperan que sus equipos se refuercen para el final de la temporada y de cara a los playoffs, sin perder piezas importantes, ni tampoco ceder puestos del draft.

La fecha límite de cambios nos afecta a todos, a los equipos y jugadores y es precisamente en esta etapa crucial cuando más entendemos que esto es simplemente un negocio.

Cuando se va aproximando la fecha de cierres de los cambios en la NBA, nosotros los jugadores nos vamos cargando de presión y stress debido a que sabemos de la posibilidad de que nos involucren en un cambio. Por esta razón, precisamente porque no estamos en ninguna capacidad de controlar nuestro futuro, debemos enfocarnos en asumir el mando de lo que si podemos controlar. En fechas de deadline, me concentro en trabajar mas duro y entrenar fuerte, de salir primero al tabloncillo para hacer mis rutinas de entrenamiento, de aprenderme las jugadas del equipo y de jugar fuerte. Todas estas actividades me ayudarán a mejorar mi baloncesto pero también en estas horas de incertidumbre, me servirán para mantener la mente alejada de las mesas de negociaciones y enfocado en lo que realmente importa, mi buen desempeño en la cancha.

Lo que sí es innegable es que los cambios generan muchísimo interés en esas horas de cierre. Es como una especie de adrenalina observar todo lo sucede con el mercado al ver como los jugadores cambian de uniforme en esos momentos finales. Creo que una de las actividades más relevantes de este cierre, fue un cambio que no se llegó a hacer. ¿Cuántas semanas tenemos escuchando sobre la salida de Dwight Howard de los Orlando Magic? Imagínense ustedes todo lo que significaría la salida de Superman Howard de Orlando y hasta cuantos equipos hubiera podido involucrar esa transacción. Hay que ponerse en la posición de ambos, del equipo que busca el compromiso a largo término del jugador y de Howard, quien quisiera que el staff gerencial firme jugadores que le permitan al club armar un quinteto que realmente tenga la capacidad de luchar por el campeonato en la NBA.

Ustedes, los que siguen el baloncesto de cerca, conocen que una de las grandes dificultades al momento de hacer negociaciones, es que los equipos que participen en los cambios deben adaptar sus transacciones a los topes salariales impuestos por la liga. Ese es un detalle que no todos conocen y por eso, a veces no entienden la razón por la cual no se llega a dar una negociación que los aficionados esperaban para sus equipos. Creo que el mejor ejemplo para entender una situación como esta, fue la negociación que llevó al brasilero Nené Hilario a los Wizards, por el hecho de que para que se lograra un acuerdo de ese calibre, debieron involucrarse tres equipos en total.

En el cierre del mercado vimos también como Ramón Sessions pasó de los Cleveland Cavaliers a los Ángeles Lakers. El canje representa la cosecha de un fruto para él, debido a que Sessions lo ha venido haciendo muy bien en la actual temporada detrás de Kyrie Erving. Es un cambio lógico debido a que Sessions es un base en progreso y ahora los Lakers tendrán tres pilotos en el roster, como deberían tenerlos los equipos en un plantilla normal. Otra prueba de la locura del actual mercado es como terminó desarrollándose todo en Nueva York, con la salida de Mike D'Antoni, a pesar de su auge con Linsanity. Jeremy Lin seguirá produciendo, de eso no tengo la menor duda, pero lo que quiero dejar claro es que el cambio de entrenador refleja el tipo de temporada que hemos tenido hasta el momento, una campaña llena de lesiones y traspasos sorprendentes.