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Una victoria, una Liga

MADRID -- "Al ataque, sin especular". Así saldrá el Real Madrid en Barcelona. O eso al menos es lo que ha señalado Aitor Karanka en la rueda de Prensa previa al clásico, ya que Mourinho no ha querido hablar por enésima vez a la Prensa en otro desprecio hacía ella. El mensaje que se ha trasladado desde dentro del vestuario del Real Madrid hacía el exterior es "hay que ir a por ellos" como ya hizo en la vuelta de semifinales de la Champions anterior o en este curso durante la vuelta de la Supercopa y la semifinal de Copa del Rey. En los tres casos el Real Madrid salió a atacar porque las circunstancias obligaban y la experiencia resultó positiva. Sólo así fue cuando el Madrid hizo daño al Barcelona.

La manera, pues, de ganar o empatar –también les sirve a los merengues un punto- del Real Madrid y lo que la afición demanda es jugar sin complejos, es decir, siendo valiente como ha sido tradición en este club.

De todos modos tampoco sería de extrañar que Mourinho, para conservar el 0-0, blinde al equipo con un trivote como ya ha hecho en alguna ocasión frente a los culés. Siempre que hizo eso salió escaldado y con el enfado mayúsculo de la afición.

Recuerden, si no, la ida de la semifinal de la Champions anterior donde en la previa señaló que el 0-0 era un buen resultado y luego para que eso se diera empleó un trivote con Pepe en el medio. Esto no debería volver a repetirse. Parece un suicidio hacerlo, a priori, porque los merengues cuando especulan sufren como se comprobó, sin ir más lejos, en el partido contra el Bayern del pasado miércoles cuando con 1-1 Mou hizo cambios pensando en conservar el empate. El miedo a perder le llevó a ser conservador y el Real Madrid encajó un gol que le obliga a remontar en la vuelta de las semifinales.

Lo peor del Real Madrid está en los laterales. Pep sabe que por el centro los merengues son un equipo difícil de sobrepasar. Por ello el fútbol del Barcelona direccionará su fútbol hacía las bandas, por los lados de Arbeloa o Lass –dicen que igual juega él- y de Coentrao o Marcelo. Independientemente de los dos que salgan son la parte débil de la defensa. En parte también porque los que tienen delante no ofrecen ayudas. Mourinho más que nunca habrá dicho a los que jueguen como extremos que tienen que echar una mano atrás para que se generen jugadas de uno contra uno donde los defensas blancos tienen todas las de perder.

Guardiola piensa que también el Real Madrid será ambicioso y "vendrá a ganar". La oportunidad que se le presenta a los merengues para sentenciar la Liga es en el mejor escenario. Ganar en el Camp Nou ante el eterno rival significaría ser campeón, prácticamente, para gozo de la hinchada merengue que lleva tantos años viendo como el Barcelona levanta trofeos. Y sí, se puede. ¿Por qué no? El club catalán está obligado a lograr los tres puntos. Otra cosa que no sea esa dejaría en bandeja también el título al Madrid. Por lo tanto, la necesidad imperiosa de tener que sacar los tres puntos hace que el Barça tenga que ir descaradamente al ataque. Esto siempre es así, no obstante, pero el hecho de tener que vencer sí o sí puede hacer que los culés dejen más espacios libres atrás. Y el Real Madrid si por algo se caracteriza es por la velocidad arriba y buscar esos huecos tras robo de balón al rival. Guardiola seguro que estará muy preocupado porque su equipo no pierda el balón en zonas de riesgo que puedan generar contragolpes del Real, una de sus armas favoritas y donde es el mejor equipo, posiblemente, del planeta.

El madridismo espera, por fin, ver a su equipo hacer algo grande en el Camp Nou. Quiere una victoria, una Liga...