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Boston Celtics: lo bueno y lo malo

Lejos esta aquellos días en que los Boston Celtics parecía un equipo que estaba poniéndose viejo, con la posibilidad de tener que salir de varios de sus principales jugadores y de no clasificar a la postemporada.

Pero ahí están los Celtics, más firmes que nunca, campeones por quinta vez seguida de la División del Atlántico y con otro chance de buscar un segundo título en la era de los "Big Three", es decir, Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen.

Después del Juego de Estrellas, la escuadra que dirige Doc River se sacudió y fue consolidándose gracias al resurgir de Garnett y la inserción en el quinteto regular de Every Bradley, ante los continuos quebrantos del francotirador Allen. La jugada le ha salido más que bien a River, pues aparte de que Allen aceptó esta transición con dignidad, Bradley ha resultado ser una pieza valiosa en el ataque junto a Rajon Rondo. Es tanto así que en los últimos cuatro compromisos promedia 22.5 puntos por encuentro, anotando el 60 por ciento de sus tiros al canasto.

También se debe mencionar la labor del delantero Brandon Boss, quien sustituye muy bien a Garnett saliendo desde el banquillo de suplentes. Boss es una fuente ofensiva y defensiva para el sistema de Rivers, promediando 12.7 puntos y 6.1 rebotes por encuentro.

Pero es Rondo el principal protagonista de este resurgir de los Celtics. El armador se convirtió sin dudas en el mejor pasador de la liga, y su promedio de 16.6 asistencias confirman esto. Es además la razón por la que su equipo es segundo en asistencias por partidos con promedio de 23.7.

Y pensar que el gerente general Danny Ainge sopeso la idea de cambiarlo a mitad de temporada. Rondo le demostró que tomo la decisión acertada en mantenerlo.

Mientras los llamados "Tres Grandes" pudieron volver a ser el trió temible que llevó al equipo a lograr el título tres temporadas atrás.

Garnett va a finalizar la campana con promedios de 16.0 puntos, 8.3 rebotes y 2.9 asistencias por juegos en 59 juegos. A esto hay que agregarle que su valor sigue siendo primordial en la cancha. Con él en el tabloncillo, los Celtics vencen a la oposición con ventaja de 6.7 puntos, mientras que con él fuera pierden por 4.5 puntos de desventaja. Mientras que Pierce sigue siendo el líder ofensivo y presenta 19.9 puntos, 5.3 rebotes y 4.6 asistencias por cotejo en igual cantidad de juegos; y Allen, afectado por lesiones, tiene un decente promedio de 14.2 puntos y 3.1 rebotes por juego.

Boston es una maquina defensiva en la cancha, dejando a la oposición en 89.9, el tercer mejor porcentaje de la liga. Su banca es de primera con Bass, Mikael Pietrus, Sasha Pavlovic y Marquis Daniels y Kenyon Dooling.

Ahora los Celtics tienen un buen lugar en la clasificación, y su misión final de los Celtics es ganar la ventaja de la casa ante su rival de playoffs, los peligrosos Atlanta Hawks.

Dieron un paso importante al derrotar este martes con jugadores de la banca al Miami Heat con pizarra de 78-66, lo que da muy buena impresión. Claro, el Heat jugó sin su versión de los "Big Three", LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.

LO MALO
A pesar todo lo antes mencionado, la salud es el peor enemigo de Boston.

Garnett no jugó ante Miami por presentar un problema en un musculo flexor de la cadera. Rondo está resentido con dolores en la parte baja de la espalda y Stiemsma con dolores en el pie derecho.

Los Celtics necesitan a estos jugadores sanos para poder enfrentar a un cuadro tan difícil como los Hawks, que tiene marca de 7-3 en sus últimos 10 compromisos, y es uno de los equipos más difíciles de vencer en casa (22-10).

Es por esto que debe asegurar el triunfo este viernes ante los descalificados Milwaukee Bucks (31-33) y esperar que Atlanta caiga ante Dallas Mavericks este jueves.

Boston cierra su temporada regular en casa ante los descalificados Bucks de Milwaukee (31-33), y con un triunfo aseguran y una derrota de los jugar los primeros dos partidos en casa ante los Hawks.

Los Celtics han demostrado mucho coraje y corazón en cada partido, pero los playoffs son diferentes y los Hawks, con su atletismo y rapidez, pueden volar alto ante ellos.