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La final de las canteras

BARCELONA -- Defiende Pep Guardiola que la cantera del Barcelona no es mejor que la del Espanyol, Valencia o Real Madrid. "La diferencia entre nuestra cantera y la de otros clubes es que nosotros los ponemos", advierte el entrenador. E insiste: "Habrá quien tenga incluso mejor cantera que el Barça, pero nosotros los hacemos jugar".

En cuatro años, el técnico catalán ha dado la alternativa en el Camp Nou a más de 20 muchachos de las inferiores. Por eso, hoy llega el equipo a la final de Copa con 15 canteranos en la expedición. En el Vicente Calderón, espera el Athletic de Bielsa, que se ha llevado hasta Madrid a otros tantos jugadores formados en los campos de entrenamiento de Lezama. Barça y Athletic protagonizarán pues en las próximas horas un final peculiar.

El trabajo de Lezama lleva años dando frutos. Al frente de la cantera del Athletic está José Maria Amorrortu, exjugador y exentrenador del conjunto vizcaíno. Por la idiosincrasia del club (en el Athletic sólo juegan futbolistas vascos) el trabajo de formación resulta fundamental para el primer equipo, que siempre ha combinado la explotación del talento propio con el fichaje de los mejores jugadores vascos de clubes vecinos (Real Sociedad, Osasuna, Alavés, etc...).

Como ocurre con el Barcelona, son muchos los que levantan la voz cuando se encumbra la política deportiva de la entidad rojiblanca. Barça y Athletic, como la mayoría de clubes de Primera, pescan a sus jóvenes promesas cuando destacan en las inferiores de los clubes más modestos, en muchas ocasiones, a golpe de talonario. Y, cuando la ley no lo permite, ofreciendo trabajo o posibles a sus familiares.

Aún así, el atrevimiento de Bielsa y Guardiola resulta determinante para explicar el estallido del talento propio. El caso del Madrid, así lo confirma, con sus mejores promesas liderando la mayoría de equipos de la Liga y sin apenas canteranos en el once de Mourinho.

Cierto es que, como ocurre con la idiosincrasia del Athletic, el juego que defiende el Barça, bien definido e inegociable, facilita el paso del filial al Camp Nou. En La Masia, los chavales maman desde la escuela la filosofía futbolística que en su día implantó en el club Johan Cruyff. Nada fácil de asimilar para los que llegan de fuera.

Ocurra lo que ocurra hoy, desde un punto de vista romántico, asistir a un espectáculo como el que se espera en el Vicente Calderón es una suerte para los amantes del fútbol. Para la hinchada de cada equipo, la 'invasión' de jugadores criados en sus clubes resulta además un motivo añadido de orgullo. Un orgullo que pasa por la valentía de sus entrenadores, dispuestos a poner sobre el tapete a Susaeta, Muniain, Amorebieta, Aurtenetxe, Iraola, Iturraspe, Llorente, Piqué, Montoya, Xavi, Busquets, Iniesta, Messi, Pedrito o Cesc.