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No convence

CRACOVIA -- Este martes Italia llegó en Cracovia y a las 18:15, hora local, Prandelli dio una conferencia de prensa en Casa Azzurri, luego de la cual hubo un entrenamiento abierto a la prensa y a la gente. Por cuestiones de "cábala" no me gusta admitirlo, pero hubo unas cuantas cosas que no me convencieron.

Claramente, llegar a Casa Azzurri me puso de buen humor: finalmente un poco de italiano, tras dos días de este idioma incomprensible que es el polaco, realmente duro de entender si no se lo conoce.

Además, encontré caras amigas de colegas italianos y muchas chicas bonitas, todas del "enturage" cisalpino: ambos excelentes argumentos para que esa casa tome un poco el aspecto de un hogar.

Sin embargo, mi humor cambió no más llegó Prandelli. El seleccionador, en efecto, a pesar de sus largas sonrisas y su actitud muy carismática, demostró una evidente tensión: se tocó a menudo la nariz y el mentón antes de comenzar y repitió tales gestos con mayor vigor, cuando alguien le pidió noticias respecto a Barzagli.

Sus palabras, por casi toda la conferencia, más que aclarar nuestras dudas las aumentaron, considerando que él mismo se vio muy dudoso respecto a muchos argumentos, como la cuestión de los esquemas, la defensa con tres hombres, las condiciones de algunos jugadores y el temor por el debut contra España.

Por suerte, cerca del final, Cesare "sacó pecho" y me dio algo de confianza, porque dijo claramente y con orgullo que Italia quiere hacer su juego y está trabajando en esa dirección. Dijo que lo importante es reencontrar el equilibrio que se demostró por toda la eliminatoria, fundamental para jugar el fútbol que él quiere, a pesar de los esquemas y de los protagonistas.

También me convenció el tema del posible utilizo de De Rossi entre dos centrales de defensa, no tanto por la idea en sí misma, porque en mi opinión Daniele está realmente desperdiciado ahí atrás, sino por el análisis que hizo el técnico, quien explicó que de esa manera el equipo sustituiría un defensor (Barzagli) con un volante, ganando así algo en presencia en el medio y en la administración del balón.

El entrenamiento, lamentablemente, también me puso algo de mal humor, a pesar de los casi 12 mil hinchas, entre italianos y polacos curiosos y entusiastas de ver a la famosa Azzurra, que ofrecieron un buen espectáculo y transmitieron mucho calor y alegría.

El problema fue que casi todos los 20 protagonistas que jugaron el partidito se vieron demasiado regulares. En mi opinión, para disputar 6 partidos en 3 semanas es mejor tener 10 que la rompen y 10 en pésima condición, más que 20 jugadores todos tan regulares.

Borini terminó jugando casi marcador de punta, tanto se vio incómodo en su posición (en teoría entre líneas), Balotelli y Giovinco mostraron sólo llamaradas, Di Natale y Diamanti fallaron mucho y Cassano se vio poco, casi estuviese desganado. Thiago Motta, por su parte, pareció perdido y confundido mientras que De Rossi, jugando en defensa, se limitó a un trabajo que premia poco sus grandes calidades.

Respecto a la defensa, en este tipo de partidos es siempre muy difícil sacar indicaciones, porque los jugadores no ponen "el pie duro", para no correr el riesgo de lastimarse. Sin embargo, Chiellini lució lejos de su mejor condición y casi todos los demás defensores se movieron con poca fluidez y se vieron algo incómodos en las posiciones en las que jugaron.

Las únicas notas positivas llegaron desde el medio: Pirlo fue simplemente genial, como de costumbre, pero convencieron mucho también Marchisio y Nocerino. Giaccherini estuvo bastante bien mientras que Montolivo, si bien muy impreciso, se movió por todos lados y me dejó la sensación de poder mejorar mucho en los próximos días.

Al final, no fue una coincidencia que el equipo azul, el que jugó con una línea de volantes con Marchisio, Pirlo y Nocerino, terminara mostrando mejor fútbol y ganando 7 a 5. Pero a pesar de los 12 goles, el espectáculo no me convenció y el plantel me dejó muchas dudas.

De todas maneras, hay que considerar que fue sin dudas un día raro, porque el viaje y la llegada en Cracovia (en donde no vi un rayo de sol en tres días) condicionó seguramente el humor y el juego de todo el plantel. En este marco, será muy importante ver como los azzurri jugarán en los próximos días, para hacerse una idea realmente clara de lo que puede ser este europeo para los italianos.

Cuanto menos, a pesar de que no se sacaron buenas noticias, regresé al hotel con una cosa muy positiva: la clara sensación de que Pirlo se está poniendo el equipo al hombro y que sus compañeros le tienen realmente mucha fe.

Tengo la impresión de que él es el nuevo líder de la Nazionale. Espero que realmente así sea, porque el "Beatles" demostró en éste campeonato con Juventus – tal y como hizo en toda su brillante carrera - que sabe hacer la diferencia y que tiene todo lo necesario para agarrar a un equipo por la mano y llevarlo derecho hacia la victoria.