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Cerquita de otra hazaña

El soporte físico de los deportistas contrasta con la dimensión épica en que queremos perpetuarlos AP

Creo que todo el mundo del básquetbol, y me refiero a todo el mundo de verdad, pensaba que esa medalla de bronce debía ser para Argentina.

Porque jugamos con una pasión que no se ve en otros equipos. Porque venimos de un lugar remoto del hemisferio sur para convertirnos en potencia a base de talento y sacrificio. Porque marcamos un camino en esta ultima década de como debe ser jugado este deporte. Porque la selección fue un ejemplo de trabajo en equipo, siempre. Porque el respeto no se compra, se gana. Y esta camiseta se lo ganó.
Decia en otra ocasión que el mayor mérito de Argentina es que siempre te vende cara, carísima, la derrota. No te regala nada, se lo tenés que arrancar de las manos. Y hoy fue el mejor ejemplo.

Viendo a los equipos competir, dos cosas fueron notorias a favor de Rusia: la diferencia física y la profundidad del banco.

Lo mismo se puede decir de España, Francia y hasta Brasil respecto a nuestro equipo.

Sin embargo, para sacarnos esa medalla -el objetivo de este equipo-, una de esas selecciones, Rusia, tuvo que esperar hasta el último segundo para quebrarnos. Los otros equipos que nombré, menos España, claro, ya los
habíamos dejado atrás, junto con el resto de los que ya estaban en casa.

No es tiempo de balances y futurismos, eso se hace en frío y con una visión objetiva, que hoy no se tiene porque todo está en caliente. Ni siquiera es necesario ponerse el traje de visionario sobre qué se debería hacer. La historia nos enseña que siempre decanta sola, con el tiempo como aliado, y esclarece lo que hoy parece oscuro.

Sí, creo, que hay jugadores reemplazables (como quien escribe) pero tambien hay de los otros. Los irremplazables, que por suerte existen. Nosotros tuvimos la suerte de tener a tres. Creo que Fabri Oberto es uno de ellos y ya no está en el equipo. Se nota y mucho su ausencia. Luis sigue y veremos qué dice Manu. Allí el futuro empieza a escribirse, solito.

Por ultimo, reconocer que España está un paso, o dos, adelante en el mundo FIBA. Le jugó un partido al mejor USA desde el Dream Team de igual a igual, con una personalidad y un talento que lo convierte en un equipo fuera de serie, ya con dos medallas de plata y un Mundial, algo que probablemente lo coloque al tope de la historia FIBA, con tiempo cronológico y recambio
generacional para ganar algo más.

Los mejores jugadores, a mi gusto, fueron Kevin Durant, LeBron James, Manu Ginóbili, Pau Gasol y Andrei Kirilenko. Durant siendo el más decisivo, con Manu cerquita, aunque hubiese estado por encima si su equipo lograba medalla. No elijo por estadisticas frías, sino por lo que significan para su equipo y por el lugar al que lo llevan.

Sabor agridulce, objetivo cumplido, cerquita de otra hazaña (porque ésta lo era, y de verdad).
Se viene una época interesante para nuestro básquetbol, de mucho trabajo. Espero que seamos inteligentes y que esta Generación de jugadores que llevó este juego a un nivel nunca antes pensado, encuentre los lugares correctos donde transmitir, ya fuera de la cancha, el liderazgo y la profesionalidad demostrada dentro del rectángulo. De esto depende, creo, gran parte de ese futuro, que hoy no se vislumbra tan claro.