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No todo lo que brilla es oro en la NFL

Queda apenas una semana para la patada inicial de la temporada de la NFL, en la que los equipos han elevado ligeramente su techo salarial.

El aumento es ínfimo, de apenas 600 mil dólares, llegando esta campaña a 120.6 millones de dólares.

El pasado año, en que el límite estaba en 120 millones exactos, sólo ocho equipos llegaron a esa cota o la sobrepasaron ligeramente, mientras que seis franquicias ni siquiera llegaron a los 100 millones en su plantilla.

El tope salarial es relativo y no significa precisamente que los equipos no puedan pasarse de esa cifra, sino que las diferentes franquicias debían ajustar sus plantillas por debajo de esa cantidad antes de que se iniciara la etapa de agencia libre.

Los líderes en gastos en el 2011 fueron los Minnesota Vikings ($123,553,646), los Philadelphia Eagles ($123,382,065) y los Atlanta Falcons ($122,188,308).

Los Jacksonville Jaguars ($92,768,120), los Tampa Bay Buccaneers ($92,988,777) y los Cincinnati Bengals ($93,268,320) fueron los más pobres de la liga.

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. O lo que es igual: el dinero no compra campeonatos, pues muchas veces, ya sea por lesiones, o porque sencillamente las cosas no salieron como se esperaba, las grandes inversiones terminan en fracaso.

Tomemos a los Vikings, a propósito de ser los de la plantilla más gorda.

Con tres victorias y 13 derrotas, Minnesota quedó en último lugar de la división norte de la Conferencia Nacional.

En matemática simple, los Vikings invirtieron poco más de 41 millones de dólares en cada truinfo que consiguieron en el 2011.

No mucho mejor le fue a los Eagles, que concluyeron con balance de 8-8.

Alrededor de 15 millones por victoria, pero la inversión fue en vano, pues Filadelfia quedó fuera de la postemporada.

Al menos los Falcons permitieron soñar a sus fanáticos y con 10-6 entraron a los playoffs, con un gasto promedio de 12.3 millones por juego ganado, aunque se fueron del aire en la primera ronda ante los New York Giants, a la larga campeones del Super Bowl.

Sin embargo, en esta proporción simple entre gastos y victorias, los grandes perdedores fueron los St. Louis Rams y los de Indianapolis Colts.

Los Rams, con la quinta nómina más alta de la NFL (121,835,786), sólo lograron vencer en dos ocasiones, de manera que pagaron a unos 60.5 millones cada victoria.

También dos triunfos consiguieron los Colts, que el pasado año no pudieron contar con su gran figura de los últimos años, el quarterback Peyton Manning.

Cada victoria le vino saliendo a Indianápolis en unos 57 millones.

Si un equipo le sacó el jugo a cada dólar que invirtió, ese fue el de los Packers de Green Bay, con una temporada regular casi perfecta de 15-1.

Los Green Bay Packers abrieron el 2011 con una plantilla de unos 109 millones de dólares, con lo que fueron necesarios siete millones para obtener cada victoria, pero al igual que Atlanta, cayó en su primera presentación en la postemporada.

De todos modos, esto no significa que equipos con grandes plantillas y pobres resultados deportivos hayan sido perdedores absolutos.

Pero ya les corresponderá a contadores y economistas hacer el balance más profundo que incluya los ingresos por taquilla, venta de mercadería y contratos de televisión.