<
>

El Tailgate con sabor latino de los Cowboys

ARLINGTON -- Si de fiesta latina se trata, no hay mejor escenario en la NFL que los estacionamientos del Cowboys Stadium.

Centenas de miles de personas se dan cita horas antes de la patada inicial de cada partido, y el ambiente se enciende en cada uno de los 15 estacionamientos que dan servicio al estadio más lujoso del planeta. Así, el Cowboys Stadium vive el calor latino de la NFL a su máxima expresión durante los ocho juegos en casa de temporada regular, y en especial cuando se trata del "Monday Night Football".

"Es parte de la tradición llegar muy temprano a los partidos, cocinar, tomarse algo... después ya ingresar al estadio", dijo Julia García. "Aquí todos podemos convivir, desahogarnos y apoyar a nuestro equipo favorito: los Cowboys". El lunes pasado, previo al encuentro contra los Chicago Bears, Julia llegó más de cinco horas antes al estacionamiento N° 12 del Cowboys Stadium.

Acompañada de su esposo, Juan, además de Roberto y Alejandra Baena, Julia llegó a los alrededores del estadio cargando su equipo de sonido. Es DJ por afición y maestra por profesión. "Aquí la fiesta va a estar en grande, esperamos unas 30 personas", anticipó, mientras movía las tornamesas colocadas frente a su computadora, a unos metros del asador de carne. "Es un día que hemos esperado mucho tiempo".

Mientras, Alejandra comenzaba a echar la carne en el asador. "¿La receta de nuestra carne asada?", exclamó, "nada tiene de especial. Sólo muchas ganas de divertirnos y mucho cariño a nuestros Cowboys".

En el Tailgate Latino de los Dallas Cowboys, hay espacio para todos, incluso para aquellos que alientan al equipo rival. "Creo que hay más seguidores de Chicago que de Dallas", opinó Raúl Salgado, un mexicano que viajó desde Nuevo Laredo para ver el partido. "Hay muchos que le van a los Bears y me impresiona que aquí, nadie se mete con nadie. Todos pueden convivir".

El Tailgate está permitido en todos los estacionamientos del Cowboys Stadium. Además, muchos se pueden dar cita en el Rangers Ballpark de Arlington que cuenta con 10 de estos parajes, y que se encuentra unos metros al este de la casa del "Equipo de América".

La fiesta empieza desde el momento que abren los estacionamientos, y llega a extenderse hasta dos horas después de finalizado el partido. El lunes en el juego contra Chicago, el Tailgate comenzó a las 14:00, cuando el kickoff estaba pactado hasta las 19:30.

"Hay tiempo para llegar bien 'arregladito' al juego", bromeó Luis Uribe, un mexicano residente de Amarillo, Texas, poblado situado a unas cuatro horas al oeste de Dallas. "Aquí nos echamos unos tacos de fajita, pollo, carne de puerco, lo que traigamos... Y unas cervezas para combatir el calor".

Luis compartió que es el cuarto año que llevan trasladándose desde Amarillo para asistir a los partidos de los Cowboys sin importar el día de la semana. "Hoy la cosa está más calmada aquí en el estacionamiento porque es lunes", consideró. "Los domingos desde muy temprano, ya no hay espacio ni siquiera para poner el asador".

El espectador dijo que la clave de un buen Tailgate era la música, la convivencia entre amigos y familia, pero, sobre todo, buena comida y bebida. "Hay que llegar temprano y cocinar con calma", explicó. "Poner la carne de a poco y esperar a que esté en su punto exacto. Sin prisa, ese es el secreto".

Comentó que desde la noche anterior dejan sazonando la carne, y que desde entonces ponen a enfriar sus bebidas. "Las cervezas deben dejarse enfriando para ya sólo pasarlas a la hielera", recomendó. "Todo tiene que estar en su punto. Es parte del plan de juego para todos los aficionados".

Brett Daniels, Director de Comunicaciones Corporativas de los Dallas Cowboys, comentó que calculan más de 30 por ciento entre sus abonados de origen hispano, además de alrededor de 12 mil espectadores que viajan desde México, sólo para asistir a los partidos cada jornada. La capacidad oficial del Cowboys Stadium es de poco más de 80 mil asistentes en las butacas, además de otros 10 mil en la llamada zona del "Party Pass", los cuales permanecen de pie durante el choque deportivo.

"Venimos mi papá y yo desde Monterrey", comentó Alejandro Treviño. "Es la primera vez que venimos al Cowboys Stadium, pero hace muchos años, me llevó de niño al Texas Stadium... Aquí la fiesta es increíble y eso que el partido todavía ni comienza", añadió Alejandro refiriéndose al Tailgate. "Es como un rito. Además conviven los aficionados de ambos equipos sin que haya bronca". Ambos viajaron desde Monterrey en avión y aprovecharon el fin de semana para conocer el estadio en el tour oficial.

Otros, como Richard Gómez, manejaron desde Chicago más de 24 horas para llegar al partido, todo para atestiguar el enfrentamiento entre sus Bears y --según indicó-- uno de los rivales "odiados" en Chicago. "Este es un día especial, venimos a ver cómo los Bears derrotan a los Cowboys", enfatizó Richard, quien también presumió haber adquirido sus boletos tres meses antes: "Esto no tiene precio".

El costo de los 12 mil lugares de estacionamiento en el área del Cowboys Stadium y de otra cantidad similar en el Rangers Ballpark, oscila entre los 20 y los 150 dólares, precios sujetos a vehículos que pueden ir desde motocicletas hasta camiones. Como en todos los estadios de la NFL, el precio varía según la distancia a las puertas de acceso.

"Este debe ser el único estadio donde la reventa de lugares de estacionamiento, es igual o más cara que el precio del boleto", exclamó Luis Yáñez; "pagué casi 100 dólares en internet por mi estacionamiento (lote 3)".

En el Tailgate del Cowboys Stadium, se acostumbra todo tipo de diversión familiar y entre amigos. Se vale cocinar, beber, platicar, gritar en apoyo a su equipo; hasta jugar el típico "tochito", lanzar pases e incluso bailar. En cada zona, hay botes para tirar residuos grasosos, contenedores de vidrio o cualquier tipo de desechos.

"Hoy vamos a comer carne asada y un poco de chorizo", reveló Luis. "Las fajitas se cocinan con un poquito de cerveza arriba para que agarre sabor y baje la flama del asador... Anoche también la dejamos marinando con cerveza, sal, sazonador y un poco de ablandador con cebolla", agregó. "Facilito... Ahora venimos y la dejamos asar lentamente para que agarre sabor. Es importante voltearla sólo una vez para que no se ponga dura".

Juan Castillo manejó desde San Angelo, Texas, un poblado a unas cinco horas al suroeste de Arlington, sólo para presenciar el juego de "Monday Night Football". Para Castillo y sus amigos, el Tailgate es más un tributo y homenaje a sus antiguos compañeros de afición. "Venimos como 40 amigos desde San Angelo, para conmemorar un año de cuando tres amigos fallecieron en la carretera, camino al Cowboys Stadium", dijo Castillo con mucha nostalgia en sus palabras.

"Desde que inauguraron el estadio, veníamos con ellos", añadió. "Pero a un año de que murieron, venimos todos a divertirnos, como ellos hubieran querido cuando juegan nuestros Cowboys". Castillo y el resto de los aficionados, comenzaron a guardar sus cosas para concluir el Tailgate una hora antes de la patada de salida. La mayoría entró al juego, aunque algunos se quedaron a verlo en sus televisores en el estacionamiento.

La fiesta terminó en la Plaza Este del Cowboys Stadium, donde los aficionados de los Bears bailaron por algunas horas festejando su victoria (38-16), así como disfrutando del grupo musical en vivo. Para los fans de los Cowboys fue una humillación más, muy similar que vivieron en el partido inaugural de la temporada 2010, también a manos de Chicago.