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¿Solheim Cup en Augusta? ¿Por qué no?

BUENOS AIRES -- Hace pocas semanas, Augusta National abrió sus puertas para una nueva temporada. No es una temporada más en el club, porque esta vez presentaron a Marla Moore y Condoleezza Rice como sus dos nuevas socias.

El próximo paso sería un torneo de mujeres en el club, pero eso no va a suceder... ¿o sí?

En los primeros años de vida del club, Bobby Jones invitó a los veteranos a jugar allí las primeras ediciones del Sr. PGA Championship, el campeonato más antiguo de la gira de veteranos. Jones también tuvo en mente la disputa de un torneo de la gira femenina, e incluso mantuvo conversaciones con la incipiente LPGA para poder llevarlo a cabo, pero esto nunca sucedió.

Cada año, durante la semana del Masters, el comisionado de la LPGA, Michael Whan, le sugiere la idea al Chairman del club, pero todavía no ha recibido más que una mirada difícil de descifrar.

La cancha de Augusta National cuenta solo con dos tees de salida por hoyo. Uno de ellos es desde donde se juega el Masters (7.445 yardas) y el otro el que usan los socios (6.365 yardas). Este último sería la distancia ideal para un torneo de damas.

No veo que el club vaya a tener alguna vez un torneo regular del tour, con lo que habría que pensar en uno de los majors, pero esto tampoco funcionaría. El Kraft Nabisco tiene su sede permanente en Palm Springs, el US Womens Open y el LPGA Championship se disputan en verano cuando el club está cerrado, y el Womens British Open se juega en Gran Bretaña. Los majors, entonces, quedan descartados.

Hay una sola posibilidad para las damas y creo que al club le vendría perfecto: la Solheim Cup, que se juega casi siempre durante la primera semana de octubre, casi en la fecha que el club vuelve a abrir sus puertas.

Siempre soñé con ver la Ryder Cup en Augusta, porque no existe cancha más excitante para jugar match play que la sede del Masters. Su similar entre las damas también tendría la misma cuota de dramatismo.

Hay algunas cosas que habría que ajustar, como por ejemplo eliminar todo tipo de propaganda, algo que no creo vaya a representar un problema para los organizadores, porque el club tiene formas de agasajar a sus sponsors sin que nadie se entere de que están. También habría que cambiar el merchandising para que no tenga el logo del Masters y sí el de la Solheim Cup, cosa que tampoco creo que vaya a ser un inconveniente. El tema de las entradas tampoco sería un problema, porque se venderían todas el día que salieran a la venta. Las jugadoras estarían más que emocionadas de poder jugar la copa en Augusta, y la televisión pagaría cualquier cifra para poder transmitirla. Todos ganarían y el club sería el más beneficiado. La razón de esto último es que para el club sería el último toque de gracia, para que nadie más hable del tema mujeres en el club, sumado a que sería solo una vez, ya que la Solheim Cup se juega como la Ryder, una vez en los Estados Unidos y la siguiente en Europa, rotando de cancha cada vez que se disputa.

Imagino la ceremonia de inauguración en la vieja cancha de práctica, las definiciones de los matches en los últimos nueve hoyos, las jugadoras sufriendo con la velocidad de los greens y el público disfrutando de un torneo match play en una de las canchas más perfectas que existen en el mundo para esta modalidad.

A lo mejor sucede. Todos ganarían.