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América, casi; León fue mejor y perdió

Mariano Pavone anotó el segundo gol del triunfo de Cruz Azul ante el León Mexsport

LOS ÁNGELES -- América obliga a Morelia a un milagro. Cruz azul obliga a León a reclamar, no a implorar, a exigir no a solicitar, legitimidad arbitral.

Las Águilas victiman al Morelia con el espíritu despiadado de Chucho Benítez, y se pueden dar el lujo de perder en el Estadio Azteca hasta por 2-0. Morelia necesita, puntualmente, golear en el Juego de Vuelta, pues de haber igualdad en el global, el criterio de desempate es el gol de visitante.

Encima, tras una jugada artera, criminal sobre Paul Aguilar, el Pampa Romero salió expulsado y es una herida severa en la zaga de Monarcas, que saben que deberán tener un rendimiento esplendoroso para conseguir un marcador humillante sobre las Águilas.

Así, para el América parece aclararse el panorama, tras su holgada victoria, que pareció mancharse con un par de decisiones arbitrales, especialmente por una mano de Raúl Jiménez dentro del área, que no se marcó.

Sin embargo América higienizó el resultado siendo superior a Monarcas, e incluso desperdició oportunidades inmejorables de gol a través de Cárdenas y Jiménez, pero tuvo, como siempre, el tacto asesino de Benítez

OBLIGADO...

Cruz Azul tuvo prebendas arbitrales. Un penalti inexistente que termina en un chasco: Giménez golpea franco a la zona de reacción de Christian Martínez.

Y el 2-1 es un fuera de lugar clarísimo. Javier Aquino recibe la pared dentro del área adelantado. Entrega a Pavone y el argentino firma.

Y puede agregarse, en esa tolerancia arbitral, una roja que se le perdona a Pereira.

Pero al margen del 2-1 con el que viaja a León, lo lamentable es que La Máquina vuelve a las andadas. El Síndrome de los Pechos Fríos se apodera de nuevo de sus jugadores.

Apocados, timoratos, desdeñosos, resisten pero no oponen resistencia gallarda. Reaccionan ante las embestidas, pero no confrontan con los recursos futbolísticos de que disponen.

León fue mejor. Siempre. Encima, los Esmeraldas arrastran cohibidos e inhibidos, cuando sus dos centrales cargan con amarillas precipitadas y un excesivo diálogo intimidante del juez Ricardo Arellano.

Para la vuelta, Cruz Azul recupera al colombiano Perea, pero la emboscada que le aguarda en al Nou Camp morderá en todos los terrenos.

La afición leonesa está encendida con la campaña de su equipo y seguramente será un contraste poderoso, porque el Azul lucía abandonado, no solo, sino abandonado, porque al hablar de abandono significa el recelo de la afición cementera. Es entendible: son ya casi 15 años de promesas incumplidas.

En caso de empate en el global, el criterio de desempate es el gol de visitante.

Es decir, a León le basta con ganar 1-0 o 2-1 para clasificar a semifinales. Un empate o cualquier otro marcador con un gol de diferencia estaría favoreciendo a la Máquina.