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La final está en el aire...

Durante los últimos 20 años he ido, he sido testigo del tipo de domingo que propone el Nemesio Diez cuando el trofeo está en juego. Y aunque cada Toluca tiene un estilo diferente, la estadística indica que es un claro favorito y que sabe, más allá de los problemas u obstáculos que afronte, encontrar el camino para recoger la gloria. Pero hay dos tardes que se hicieron noche en La Bombonera y a ello debe aferrarse el Tijuana.

TIJUANA -- Más que al árbitro, más que a la cancha y más que a cualquier otro factor o circunstancia, yo le reclamaría al Tijuana y al Toluca la poca espectacularidad que tuvieron los primeros 90 minutos de la final del futbol mexicano.

No fue una noche brillante en la cancha. Al Xolo le faltó una "mordida más" que quizá hubiese sido letal y al Diablo arriesgar e intentar más por el juego. Al final, los dos parecieron irse contentos con el negocio que "pactaron" en la frontera: Tijuana con una ventaja que aunque es mínima, es ventaja, y el Toluca con la garantía de que va a casa, una casa en donde ha ganado muchas más finales de las que ha perdido en la última época.

Queda la esperanza franca de que lo mejor está por venir en esta final.

Fueron los dos mejores equipos del campeonato. Tienen dos entrenadores de alta capacidad y jugadores de gran alcance en la cancha. Si el Tijuana piensa que con el gol de ventaja será suficiente y sale a defenderlo el domingo, se convertirá sin duda en un dignísimo subcampeón del torneo. Si el Toluca piensa que por llamarse Toluca y por jugar en La Bombonera está del otro lado, podría llevarse una sorpresa mayúscula.

He ido, he sido testigo durante los últimos 20 años del tipo de domingo que propone el Nemesio Diez cuando el trofeo está en juego. Y aunque cada Toluca tiene un estilo diferente, la estadística indica que es un claro favorito y que sabe, mas allá de los problemas u obstáculos que afronte, encontrar el camino para recoger la gloria. Pero hay dos tardes que se hicieron noches en La Bombonera: una ante el Morelia, en un frío atardecer de diciembre del año 2000, y otras más ante las Chivas, en un cálido verano del 2006. A ese tipo de osadía, de atrevimiento, de hazaña debe aferrarse el Tijuana.

Las cosas no cambiaron demasiado después de los primeros 90 minutos en la final del futbol mexicano. El Tijuana sigue mostrando una asombrosa faceta competitiva y el Toluca sigue siendo favorito. Ya veremos qué nos depara el domingo 2 de diciembre del 2012.