BUENOS AIRES -- En Latinoamérica, el fútbol es el principal entretenimiento de las clases postergadas. La pasión por este juego atraviesa todos los sectores sociales pero es en los barrios humildes donde mayor importancia tiene, ya que deja de ser un mero deporte para convertirse en el modo de vida de muchos.
Por eso, la presencia de la Copa del Mundo en nuestro continente es una gran oportunidad para acercar al pueblo a aquellos ídolos que sólo pueden disfrutar por televisión. Hace pocos días, la FIFA anunció que distribuirá 50.000 entradas entre los pueblos originarios y las familias pobres que están incluidas en los programas sociales del Gobierno de Brasil.
Sin dudas, es una de las mejores noticias que se pueden esperar en los meses previos al comienzo del gran torneo. La Copa del Mundo debe llegar a todos y por eso era indispensable una iniciativa como esta. El Gobierno brasileño será el encargado de distribuir las entradas entre los originarios y las personas inscritas en Bolsa Familia, su principal programa de asistencia social, que atiende a 13,3 millones de familias pobres en todo el país.
El ministro de Deportes, Aldo Rebelo, agradeció el gesto y destacó que el fútbol es "una gran plataforma de inclusión social" en Brasil. Además, recordó que el evento permitirá la creación de 3,6 millones de empleos directos e indirectos.
También, la FIFA reservará cerca de 300.000 boletos baratos para los ancianos y estudiantes, que según la legislación brasileña tienen derecho a descuentos en los eventos culturales y deportivos.
Fuente: EFE.