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VDC - Controversial victoria de Barthelemy

El boxeo profesional comenzó la temporada 2013 con Viernes de Combates, bajo fuegos artificiales y con una muestra parecida a lo que dejo el 2012: el protagonismo de los jueces. Todo ocurrió en el medio de una verdadera guerra de invictos entre el cubano Rances Barthelemy (18-0, 11 KOs) y el afgano-canadiense Arash Usmanee (21-1, 10 KOs).Por decisión unánime los jueces le dieron el triunfo al cubano.

La victoria fue terriblemente controversial y la polémica, infelizmente, podrá marcar nuevamente otro año pugilístico porque, desde mi perspectiva, la batalla la ganó claramente el que a la postre se fue como perdedor.

Pero vamos a entender nuestra razón en esta nueva controversia. Barthelemy, subió al ring como favorito ante su público y decidido a mostrar todas sus credenciales por primera vez estelarizando un programa en TV nacional y también en la primera batalla que superaba los ocho asaltos de su carrera.

Los primeros rounds lo mostraron dominador del ring, marcando el ritmo del combate y superando técnicamente a su rival que no lograba desarrollar su plan de pelea, es decir, el intercambio puro en poca distancia. Pero la historia fue así, apenas, en los primeros asaltos.

El cubano no mantuvo su estrategia, aceptó el intercambio y fue al territorio donde Usmanee se siente más cómodo, el de tú a tú, sin tregua, dando y recibiendo. Rápidamente, el teóricamente inferior, comenzó a marcar el ritmo de la batalla. Puso presión, golpeó a discreción, mostró muy buena resistencia y lo más importante, desnudó las carencias de Barthelamy.

El cubano no tiene capacidad de definir una pelea en intercambio abierto. Carece de más herramientas. No jabea, o sea, no aprovecha sus 5.11 de estatura que en una división como la de los súper plumas lo harían imbatible. ¿De que le sirve tener mejor altura si no lo aprovecha a su favor?

Tampoco mostró que sepa atacar por el callejón del medio, es decir, no lanza rectas ni golpea con los nudillos. A lo largo de toda la pelea lanzo bolados que en la mayoría de los casos llegaban con la mano abierta y sus ganchos son esporádicos además de muy anunciados. Y si bien suele cambiar de guardia zurda para derecha en forma ágil, cuando ataca lo hace frontal y se expone en demasía.

Usmanee, pese a ser inferior técnicamente, fue el que más presionó, el que más golpeó, el que tuvo mejor variedad de golpes y cerró la batalla a tambor batiente, castigando en forma muy dura a su rival que se tambaleaba en los segundos finales a punto de ser noqueado. El canadiense fue el que mostró un plan de pelea y su virtud fue conseguir llevar al cubano a la pelea corta. Tuvo otra virtud: cerró todos sus asaltos en plena ofensiva.

Sin embargo, el triunfo en las tarjetas fue para Barthelamy. Esa es otra historia, que debe respetarse aunque sea más de la peor cara del boxeo en el 2012: el protagonismo atroz de los jueces. Rances Barthelamy mejoró su record (18-0 con 11 KOs), pronto tendrá una oportunidad de título y la estadística olvidará la controvertida decisión de los jueces. Son cosas que suelen ocurrir en este deporte, aunque es nuestro deber lamentar de que acontezcan.