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Chivas sigue con Judas y redentores

Lucas Silva de Oliveira celebra poco después de anotar el gol para el Toluca en el minuto 84' Mexsport

LOS ÁNGELES -- Los refuerzos marcaron la diferencia para Chivas. Para bien y para mal. Para condena y reivindicación. Para la agonía y el éxtasis. De Judas y de redentores.

Chivas comienza con saldo rojo: estadio semivacío, deja escapar dos puntos, sufre la expulsión de Miguel Sabah, y seguramente le meterán dos partidos, por tirarle una bicicleta del pancracio en la cabeza a Dueñas.

1-1, ante el Subcampeón del Apertura 2012, el Toluca, y que tiene sin embargo matices generosos: el Guadalajara mostró coherencia, y si es por la mano ya de Benjamín Galindo o secuela, más que secuencia, del regenerativo de John Van't Schivoexpiatorio, ya es un punto de partida.

¿Rescatable de Chivas? Con poco trabajo, mostró congruencia en el acomodo: Marco Fabián en su zona favorita, pero todavía sin entender la pauta con Sabah, quien, extraño a su edad deportiva, se vio revolucionado, como queriendo demostrar precipitadamente el porqué de su regreso al Rebaño.

El Guadalajara ocupa mejor la cancha, marca mejor, pero seguramente como precaución, Benjamín Galindo no corrió riesgos e hizo más compacto a su equipo, retrasó la zona de recuperación de balón y eso dio oxígeno innecesario al Toluca.

Insisto: Galindo tiene horas, no días puntuales de trabajo. Necesita tiempo.

El grupo se mostró sin presiones. No hay esa desesperación por el heroísmo individual, esa aprensión exagerada por saltar como próceres eventuales para salvar una causa perdida. En 2012, conforme avanzaba el reloj, cada uno quería salvar su pellejo y se olvidaba del colectivo. El equipo recuperó confianza, dentro de sus limitaciones.

Ojo: esa evolución no garantiza nada todavía. En la contabilidad puntual, estricta, Chivas pierde más ante Toluca. Lo que mostró no es un salvoconducto a la Liguilla ni a la reconciliación con su afición. Pero hay cimientos.

Lo lamentable, y seguramente debe sancionársele enérgicamente por ello, Sabah no puede hacerse expulsar con reacciones torpes. Con el oficio que supuestamente debe haber adquirido, pudo sacar, con un poco de colmillo, y no esa inocente torpeza, una tajada a su favor. Pudo ser una víctima astuta y eligió ser un villano bobalicón. Y eso, con su recorrido, es una soberana estulticia.

Lo que llama la atención es que Enrique Meza sigue sacrificando a Chivas con recursos más que conocidos. Se lo hizo en el torneo anterior con el relevo del Pájaro Benítez y estuvo a punto de repetirle la dosis. Faltó Sinha en la ecuación, pero ya se sabía que al menos dos jornadas estaría ausente.

¿Cherokee Pérez cumplió? Se equivoca en el gol del Toluca, pero genera en el proceso del empate. Sin embargo, no deja de ser inexplicable porqué en el primer tiempo, cuando tenía día de campo, y supuestamente se le llevó para dar profundidad, no se atrevía a ir más al frente. Ya en la segunda parte, lo pusieron a sufrir, con la reorientación de Meza a sus hombres.

Y enfrente, mire Usted, a Benjamín Galindo le ofrecen una tentación: visita a un Santos que hizo campeón y del que salió por las extravagancias hormonales y personales de Alejandro Irarragorri.

Y el Guadalajara no puede perder puntos, como lo hizo en el Omnilife ante Toluca. Hay que recordar: cuatro de sus próximos seis encuentros los disputará de visitante con rivales como Santos, Morelia, Monterrey y Puebla.

Así, en medio de los destellos esperanzadores para el Rebaño, su saldo de este domingo fue más rojo que blanco. Los refuerzos fueron Judas, luego redentores y terminaron siendo mártires.