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Alabama, una barredora

BRISTOL -- La exhibición que vimos por parte Alabama este lunes por la noche, en el juego de campeonato de fútbol americano colegial ante Notre Dame, fue simplemente impresionante. Alabama dominó en todos los aspectos del juego ante un equipo que contaba con una gran defensiva.

Siempre he sido un amante del juego terrestre y de la defensiva, como en antaño se jugaba el fútbol americano. Y para poder tener éxito bajo esa fórmula se debe tener una gran línea ofensiva. Alabama tiene la mejor de la nación.

Tres de los cinco linieros son All-American (los mejores en su posición en la nación), además que cuatro de los cinco podrían estar disponibles para el draft de la NFL. El éxito de la ofensiva tuvo que ver, sin lugar a dudas, con lo que hicieron estos cinco héroes anónimos. Cyrus Kouandijo (LT), Chance Warmack (LG), Barrett Jones (C), Anthony Jones (RG) y D.J. Fluker (RT).

Los números son muchos para demostrar el dominio ofensivo de Alabama sobre Notre Dame, como las yardas totales (más de 500), las yardas por tierra (265) con dos corredores que superaron las 100 yardas, la protección al mariscal de campo, el tiempo de posesión con más de 38 minutos, las cuatro series ofensivas de más de 80 yardas y que terminaron en la zona de anotación. Pero algo que más impresionó fue la ejecución en los bloqueos, la forma de abrir huecos, de sumir a los rivales, de controlar a los apoyadores. Fue un partido de un solo lado.

Nick Saban diseñó un gran plan de juego que fue mejor ejecutado. Alabama logró establecer su juego por tierra para después atacar por la vía aérea. Al momento de generar yardas por tierra se abre el ataque por aire. Siempre que Alabama lanzó el balón, lo hizo primero con un engaño por tierra, lo cual le daba tiempo a A.J. McCarron para localizar a sus receptores, por algo terminó con cuatro pases de anotación en el partido.

La mayoría de las jugadas a la ofensiva de Alabama fueron para ganancia de yardas, pocas tuvieron yardas negativas, y cuando corrían el balón eran más los hombres del perímetro los que acaban tacleando, que los frontales o los linebackers.

Fue una lástima que Notre Dame no tuvo la capacidad de reaccionar en el partido, lo que hizo una diferencia más grande en el marcador, porque en el papel se presentaba un duelo muy parejo con la defensiva número uno de la NCAA (Notre Dame), pero ante el desgaste del juego terrestre, y la defensiva que jugó Alabama por casi todo el partido, era casi imposible que Notre Dame saliera con la victoria.

No olviden que este mismo equipo de Alabama fue campeón el año pasado, al vencer a LSU sin permitirle puntos en la final de la temporada pasada, y en esta sólo le anotaron 14 puntos, por lo que no hablamos de una gran ofensiva, hablamos del mejor equipo que existe de los dos lados del balón.

Saban dejó ver una vez más la capacidad que tiene para preparar partidos, que no sólo se enfoca en el aspecto defensivo, sino que sus equipos tienen la capacidad de dominar con la vieja escuela de correr el balón, cuando hoy en día en el fútbol americano, y más en el coelgial, se utilizan sistemas más abiertos y con mayor tendencia a lanzar el balón. Por algo en los últimos años Mark Ingram (corredor) fue el ganador del Heisman y Trent Richardson estuvo en la votación.

Alabama se ha convertido en una dinastía, al ganar su tercer título en las últimas cuatro temporadas y segundo de manera consecutiva.