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11 millones de razones que rechaza Vela

Carlos Vela pidió no ser convocado por el Tri para los primeros juegos clasificatorios Mexsport

LOS ÁNGELES -- Chepo de la Torre retoma este lunes el tema de Carlos Vela. Se lava las manos: "Yo no cierro la puerta a ningún jugador, el jugador se cierra solo las puertas".

Los motivos de Vela para desairar al Tri siguen siendo un misterio. Insisto, cualesquiera que sean sus motivos, son valederos.

La empatía es un abuso de los seres humanos: creemos que podemos usurpar la vida de los demás, interpretar sus reacciones y condenarlas libremente.

En lo personal, los motivos de Vela puede guardárselos con él hasta el último de sus días.

Entendamos algo: la negativa es lo único importante. Los motivos son una fascinación del morbo. Vela dijo no... y ya. Y las especulaciones son para el oficio de comadronas.

Si ese no intransigente, es porque no quiere al Chepo, al Tri, o a la CONCACAF, o porque le da flojera viajar, o porque quiere consolidarse con la Real Sociedad, es su problema.

La respuesta de Vela es un no rotundo y no necesita de cortejo de especulaciones para justificarlo.

Hay algo que tal vez no ayude a entender mejor a un jugador que está lejos de ser un tonto.

Hace tiempo puse sobre la mesa un argumento que en verdad sí conmociona a sus negativas reiteradas.

A la mesa de su representante han llegado 11 ofertas para patrocinios diversos en México y Estados Unidos. Obviamente sondean la asequibilidad, la cotización y el interés del mismo jugador.

Hay empresas que patrocinan a Guillermo Ochoa y Chicharito Hernández con propuestas individuales de un millón de dólares o más.

Por supuesto: para que estas propuestas se concreten, tomando en cuenta el carisma del delantero de la Real Sociedad, debe estar amparado por el fuero de seleccionado mexicano.

Si Carlos Vela se rigiera por ambiciones financieras, si quisiera explotar ese vínculo millonario con el Tri, seguramente no desdeñaría su implicación en las convocatorias, pues a final de cuentas los anunciantes no promocionan si es titular o suplente, si juega Copa Oro o Copa América, por que sólo quieren al maniquí haciendo bromas, haciendo piruetas, aplicándose desodorantes, rasurándose sus lampiñas quijadas, o cambiando una llanta simplemente.

Es verdad que Carlos Vela tiene su futuro relativamente resuelto. Cuando lo firmó el Arsenal de Inglaterra el salario consignado fue de 50 mil libras a la semana, es decir 2.6 millones de libras por año. ¿Lo traducimos en dólares? Cerca de 90 mil dólares a la semana y alrededor de 5 millones de dólares por año. ¿En pesos mexicanos? Ya es una grosería.

Actualmente su sueldo es el mismo. Ahora la Real Sociedad paga el 80 por ciento del salario y el 20 por ciento el Arsenal.

Y recordemos que al pagar 3.7 millones de euros por los derechos de la carta de Vela, la Real Sociedad sólo adquiere el 40 por ciento de los derechos del jugador y el 60% sigue en poder de los Gunners, que mantiene la cotización del mexicano en 7 millones de libras, unos 10 millones de euros.

Esta información financiera sin duda hace más misteriosa, inquietante y perturbadora la decisión de Vela. Más allá del desdén al Tri, hace otro menosprecio o desprecio a cerca de 11 millones de dólares por su venta de imagen, que, hasta donde tenemos información no le pertenece ni al club español ni al inglés.

Pero, reitero: el no rotundo es la única verdad.

Un proverbio árabe dice: "Da a tu enemigo motivos para odiarte, pero no razones".

Así, los motivos son de Carlos Vela. Y sus razones también.