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No confundan la envoltura con la esencia

NEW ORLEANS -- Los Baltimore Ravens acaban de perder 31-28 ante los Washington Redskins. Joe Flacco acaba de completar 16 de 21 pases con tres touchdowns y Ray Rice acaba de correr para 121 yardas.

Faltaban tres semanas para el final de la temporada regular, y aunque el equipo de los Ravens venía de capa caída, estaban muy cerca de los playoffs, y venían de tener una de las mejores actuaciones ofensivas de toda la campaña.

El siguiente paso estaba claro: despedir al coordinador ofensivo Cam Cameron.

¿Cómo? Sinceramente no recuerdo la última vez que hubo un golpe de timón semejante en un equipo ganador cerca de los playoffs.

Había sido la defensiva la que había decepcionado durante toda la temporada. Es cierto que la ofensiva había mostrado inconsistencias y no se usaba lo suficiente a Ray Rice, pero estaba lejos de ser la movida lógica.

Las cámaras de televisión, que hoy atrapan todo, habían mostrado a John Harbaugh teniendo un cruce de palabras con Cameron en ese partido ante Washington.

Aunque de allí a despedirlo hay un largo trecho.

El propio Cameron calificó a la movida como "brillante" un par de días atrás, y la triste realidad es que a veces se necesita una movida así para alterar el ánimo del equipo.

Siempre, tristemente, hay un chivo expiatorio, y en este caso fue Cameron.

Habiendo dicho eso, Joe Flacco no estaba progresando como se esperaba y no había una identidad ofensiva para los Ravens.

El hasta ese entonces entrenador de mariscales (¿Acaso él no es responsable por Flacco?) Jim Caldwell asumió el puesto que dejó vacante Cameron.

El cambio más evidente fue el mayor protagonismo de Rice. Eso abre paso para el play action, y Flacco lanza muy buenos pases a lo profundo, y a la vez hace que los apoyadores muerdan el anzuelo, y que puedas utilizar más el centro del campo, donde el ala cerrada Dennis Pitta se ha hecho un festival últimamente.

"Estamos utilizando la misma ofensiva porque era demasiado tarde para hacer cambios", admitió Flacco. "Caldwell implanto su sello, pero también hay que darle crédito a Cameron".

Curiosamente desde que Caldwell asumió como coordinador ofensivo, Flacco tiene apenas una intercepción en seis partidos y ha elevado su nivel considerablemente.

Sin embargo, ese éxito no fue inmediato.

De hecho a la semana siguiente, los Ravens perdieron en casa ante los Broncos por 34-17, y Harbaugh fue cuestionado por su polémica decisión.

Harbaugh defendió su decisión en ese momento, y lo sigue haciendo ahora en la "Súper Semana", aunque era es más sencillo defenderla considerando los resultados.

"Uno siempre hace algo pensando en lo mejor para el equipo", explicó Harbaugh. "Habiendo dicho eso, Cameron es un gran coordinador, y hoy estamos aquí por él".

Luego de hablar con gran parte de los jugadores, todos son cautelosos a la hora de elogiar a Caldwell, y enfáticos a la hora de defender a Cameron.

"Caldwell está usando mejor nuestras armas", declaró Rice. "Pero Cameron sentó las bases".

Es como si supiesen que el timing del movimiento no fue el ideal, pero no pueden discutir los resultados.

La definición de locura es aquel que sigue haciendo lo mismo esperando resultados diferentes.

John Harbaugh dio un golpe de timón, fue en contra de la lógica y le salió bien. Si la apuesta no hubiese funcionado, aún hoy lo seguiríamos criticando.

Considerando los resultados, es hora de elogiarlo, igual o más que a su hermano Jim.

Digo esto porque el repentino cambio de coordinador ofensivo no fue su única movida arriesgada.

En los playoffs ante los Colts, Harbaugh decidió mover las piezas en la línea ofensiva.

Cierto, un poco por necesidad debido a la lesión del guardia izquierdo Jah Reid, pero los cambios no dejan de ser notorios, y una vez más arriesgados.

Bryant McKinnie, luego de un mal inicio de temporada, se solidificó como tackle izquierdo, el novato Kelechi Osemele se ancló en la posición de guardia izquierda, el eterno Matt Birk como centro, Marshal Yanda fue elegido al Pro Bowl como guardia derecho, y Michael Oher se siente más cómodo en el lado derecho.

Flacco ha sido capturado apenas cuatro veces en postemporada, y Rice está encontrando más huecos que nunca por tierra.

"Es increíble cómo se ha transformado esa unidad", enfatizó Rice. "Son el alma de nuestro equipo".

Otra apuesta y otra victoria para Harbaugh.

John es el más cálido de los dos hermanos, pero no hay que confundir el envoltorio con la esencia.

Ninguno de los dos tiene miedo a la hora de tomar decisiones difíciles.