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Un oasis en el desierto

El nuevo Estadio de Hermosillo ha sido alabado por todos los asistentes a la Serie del Caribe. AP Photos

HERMOSILLO, México -- En medio del desierto de Hermosillo, rodeado de mezquites, sahuaros y tierra seca, está un oasis llamado Estadio Sonora, la nueva joya entre los parques de las ligas invernales del Caribe.

Mientras afuera el panorama es rudo y solitario, adentro asemeja como un pequeño Jardín del Edén bíblico.

El Estadio Sonora, una réplica del Salt River Fields, la casa de entrenamientos primaverales de los Diamondbacks de Arizona en la vecina área de Phoenix, fue construido para ser la sede permanente de los Naranjeros de Hermosillo de la Liga Mexicana del Pacífico e inaugurado en el fin de semana con la edición 55 de la Serie del Caribe de béisbol.

Directivos, coaches y jugadores de los equipos participantes en el clásico caribeño; Leones del Escogido (República Dominicana), Navegantes de Magallanes (Venezuela), Criollos de Caguas (Puerto Rico) y Yaquis de Ciudad Obregón (México), alabaron el parque desde el primer momento que lo conocieron. Igual han hecho autoridades de la Confederación de Béisbol del Caribe y las Grandes Ligas.

"Una belleza, una joya", dijo el ex pelotero Moisés Alou, actual gerente general del Escogido y de República Dominicana para el Clásico Mundial de Béisbol.

"El Estadio Sonora está sencillamente espectacular", dijo Frank Higginbothan, director de Operaciones de Béisbol y Mercadeo de la Liga Profesional Roberto Clemente de Puerto Rico.

El Estadio Sonora, que tiene capacidad para 16 mil aficionados, se levantó como parte de un ambicioso proyecto urbanístico en la zona oeste de Hermosillo a un costo cercano los $30 millones de dólares. El diseño del edificio está inspirado en Pinacate, la región volcánica del noroeste de Sonora.

Antes de que aprobaran la construcción del parque, el lugar era un desierto a 10 kilómetros del centro de Hermosillo. Ahora es la piedra angular de un ambicioso proyecto llamando "Puerta Oeste", que incluirá residencias, comercios y área de recreación.

"Esto está precioso, vale la pena el viaje del centro de la ciudad para llegar al estadio", dijo Hanley Ramírez, el estelar torpedero dominicano de los Dodgers de Los Angeles.

"Un estadio de Grandes Ligas en miniatura, estoy maravillado por lo que hicieron aquí", dijo el veterano Julio Lugo, quien juega en una Serie del Caribe fuera de República Dominicana por primera vez en su carrerra.

"Los camerinos son de lujo, el estadio es bello y está bien hecho y su capacidad está adecuada al lugar", agregó Lugo.

La instalación superó todos los requisitos de certificación que tienen las Grandes Ligas de Estados Unidos. Un breve paseo por las gradas muestra que la vista al terreno es perfecta de cada uno de sus asientos. El estacionamiento tiene capacidad para 3,500 automoviles.

El proyecto de las autoridades municipales y estatales es traer al Estadio Sonora partidos de exhibición de los Diamonbacks en cada primavera y ponerse en fila para ser sede de juegos oficiales de Grandes Ligas, el Clásico Mundial de Béisbol y grandes eventos de otros deportes.

En marzo está programado que se realice en este lugar una pelea de preparación para título mundial entre el ex-campeón mosca, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB), Hernán-Tyson-Márquez y un rival por determinar. Márquez es nativo de Sonora.

"Han hecho un gran trabajo aquí, en todas las áreas. El terreno y las otras áreas son de primera clase", dijo Kim Ng, vicepresidenta de Grandes Ligas que inspeccionó el Estadio Sonora.

"Este parque es una muestra de que nosotros podemos hacer bien las cosas si le ponemos empeño. La gente en Hermosillo han dado un ejemplo que deberíamos imitar", dijo el ex torpedero Alex Cora, quien es el gerente general de los Criollos boricuas.

José Miguel Bonetti, vicepresidente de los Leones dominicanos, dijo que está dispuesto a encabezar un grupo de empresarios privados que se uniría al gobierno dominicano para construir un parque como el Sonora en Santo Domingo.

"Uno siente envidia de la buena estando aquí. Esto es lo que se puede llamar un tremendo lugar para disfrutar del béisbol con comodidad y seguridad", dijo Bonetti.

El consenso general entre los que han desfilado por el Estadio Sonora en los últimos cuatro días, incluyendo más de 60 mil aficionados, es que la nueva casa de los Naranjeros es un oasis en el desierto.