VITORIA -- Después de un tiempo en el que los abandoné, vuelvo a ocuparme del blog.
La amargura por la eliminación de la Euroliga ya quedó atrás. CSKA merece el lugar que tiene en el Final Four y es claro favorito a ganar su semifinal frente a Olympiacos. Aunque no sean candidatos, los griegos tienen experiencia en este tipo de definiciones y pueden dar la sorpresa.
En la semifinal española veo a Real Madrid más fuerte en este momento, sobre todo en el aspecto físico ya que Barcelona arrastra lesiones de algunos jugadores. Nunca pude estar en la definición de la Euroliga y es algo que me gustaría protagonizar.
En donde pudimos mantener un nivel alto y parejo es en ACB. Nos aseguramos el segundo puesto cuatro jornadas antes del final de la temporada regular y eso no es común teniendo en cuenta la dificultad de la competencia. Tanto Real Madrid --primeros--, como nosotros, sellamos la ubicación con una anticipación inusual.
Hace un par de semanas hubo un rumor sobre la posibilidad de que yo dejara el Baskonia para volver a la NBA. Lo que ocurrió fue que un equipo que está disputando los playoffs consultó sobre mi situación para saber si había interés en ir a jugar. Mi respuesta fue que estoy contento aquí e en Vitoria. Elegí quedarme a jugar en Baskonia, con el protagonismo que tengo en el equipo, disfrutando de los minutos que estoy en cancha y la comodidad que tengo en esta ciudad. La oferta del equipo de la NBA no fue un contrato formal y lo cierto es que no había seguridad de tener participación en el equipo.
Igualmente estoy atento a lo que ocurre en Estados Unidos. El tiro ganador de Manu Ginóbili contra Golden State no me sorprendió. Básicamente, hizo lo de siempre. No venía bien con el aro en el partido, pero igual tomó la responsabilidad del último lanzamiento y convirtió. Los grandes jugadores del mundo como él se destacan en esos momentos.
Y la ovación de este martes a Pablo Prigioni en el Madison Square Garden sorprende por el hecho en sí, pero no porque Pablo no lo merezca. Él tiene la receta para enamorar a todo el mundo. Sé muy bien lo que puede darle a un equipo. Nunca es individualista, es todo generosidad. Y eso tuvo su recompensa.
En estos días Julio Lamas dio la lista del seleccionado que disputará la Copa Stankovic. Es una muy buena oportunidad para jugadores jóvenes y también para los que no han tenido tanto protagonismo en el equipo. Es difícil ganarse un lugar. Por eso será una experiencia que deben aprovechar. De a poco se debe comenzar con el cambio generacional del que tanto se habla, más allá de que algunos de nosotros sigamos hasta el Mundial de España o los juegos Olímpicos de Río. Si se quiere mantener el alto nivel mundial al que ha llegado la Selección, el cambio debe ser paulatino.
Y en nuestra Liga Nacional hubo novedades que vale la pena comentar. Después de tres títulos seguidos, Peñarol no pudo llegar a la final. En algún momento tenía que perder. No me sorprendió que fuera Lanús el que lo eliminara, porque está en muy buena forma. Es lógico que con el paso del tiempo le hayan ido encontrando la vuelta a Peña. Por el otro lado se presentía que Regatas sería el finalista. Hace años que viene mejorando y armando este equipo. El tiempo de trabajo juntos ha dado sus frutos.
Me gusta que la final la estén jugando dos equipos que nunca lo habían hecho. Además, es saludable que haya jugadores jóvenes que sean protagonistas, como Nicolás Laprovíttola, y otros con más experiencia que puedan coronarse (Quinteros, Kammerichs y Martínez). Aunque valoro mucho la campaña de Lanús, mi candidato es Regatas.
Para despedirme les cuento que desde marzo está en marcha un proyecto educativo-deportivo en el club Ceci de Gálvez que lleva el nombre de "Los Chapulines". Es una iniciativa que comenzamos con Javier Ceci y en la que el objetivo es que el club vuelva a crecer. Les dejo una foto de mi viejo, Pedro, que estuvo conversando con los chicos. ¿Qué les habrá dicho?
Les mando un saludo a todos y gracias por seguir acompañándome. Hasta la próxima.