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Una fecha, muchas lecciones

BUENOS AIRES -- La tercera fecha del campeonato italiano de fútbol, el Calcio, demostró una vez más aquello de que es el "torneo más difícil del mundo".

Es que la jornada dejó muchas enseñanzas y entregó valiosos elementos de análisis para tratar de entender el camino que va tomando el torneo.

La fecha tiene a dos claros ganadores, Nápoli y Roma. Entre Inter y Juventus, en una hermosa edición del derbi de Italia, salieron levemente mejor parados los locales. El empate fue justo, que quede claro, pero Inter, antes que el resultado, tenía que demostrar a sí misma y a todos nosotros que ya está para pelearle a cualquiera, aún al bicampeón.

Lo logró, sin dudas, si bien sólo el tiempo permitirá disipar las dudas respecto a la "tenida" mental de un grupo que, en el pasado reciente, se ha mostrado repetitivamente falto de continuidad. Walter Mazzarri es toda una garantía en eso, pero a la cancha van los jugadores.

Con respecto a Juventus, juzgo necesario hacer un discurso diferente. Antonio Conte es uno que aprende rápido y que sacó enorme provecho de la experiencia de Champions, más que aceptable en los resultados, de la temporada anterior.

No sólo trató de reforzar al equipo donde más lo necesitaba, sino que evidentemente programó la curva de rendimiento físico y atlético ya con la mentalidad del equipo grande, que quiere llegar a su mejor nivel recién en marzo, cuando se decide todo y llegan los rivales más complicados.

Por eso, a la Vecchia Signora se la nota algo fuera de ritmo, y especialmente Pirlo luce lejos de su mejor nivel. Pero está claro que, a su edad, si sueña con hacer un gran Mundial, deberá diagramar aún más atentamente su preparación física y los objetivos de la misma.

Por eso, a Juventus hay que esperarla y, de cualquier manera, no se va a desprender del resto de los candidatos, va a estar siempre ahí, prendida. Luego de 17 meses de "tirar" el grupo, llegó la hora de tomarse un respiro en función de proyectos más ambiciosos. Mientras tanto, tiene a un Vidal extraordinario que le resuelve todos los problemas.

Punteros son Nápoli y Roma. El primer caso no es una novedad, el equipo de Benítez es por ahora el que mejor lució en estas primeras tres jornadas y por encima tenía un rival complicado pero accesible. El entrenador ibérico se dio el lujo de ahorrarles casi una hora de juego a sus figuras, pero luego tuvo que ponerlas para llevarse los tres puntos.

El examen del miércoles ante el Dortmund será realmente vital para el resto de la temporada del equipo, porque de la performance, muchos antes que del resultado, dependerá que el plantel pueda o no tomar confianza. Ojo, porque si eso ocurriese, Nápoli será un hueso duro de roer para muchos, en Italia y en Europa.

Roma en cambio tenía un partido más complicado, visitando al Parma de Cassano. De hecho, en el primer tiempo fue superada y quedó abajo en el marcador. Pero el equipo de Rudi García es sólido, bien parado, tiene poder de gol y actualmente es el que menos sufrió en su arco: apenas uno, el del Parma.

Así que, en la segunda etapa la Loba lo dio vuelta con asombrosa facilidad y con la elegancia técnica de un Totti que se está volviendo ejemplo de longevidad atlética y enorme profesionalidad.

¿Dónde puede llegar la Roma? El banco es algo corto y su Capitán tiene una edad importante, que no le permitirá jugar siempre, pero el equipo no tiene compromisos internacionales y cuenta con un plantel de edad promedio muy baja.

El desafío del próximo domingo, el Derby del Colosseo ante una Lazio sin muchas luces pero sólida y peligrosa, con la final de Copa Italia definida por el gol de Lulic clamando venganza desde las tribunas, será sin duda medida exacta de las reales posibilidades del equipo de García.

Pobre Fiorentina, qué mala suerte. En primer lugar, debió haber ganado, mientras que el chileno Pinilla, ingresado desde el banco y asistido de manera magistral por el colombiano Ibarbo, le birló dos puntos.
Además, no podrá contar con Gómez por cerca de dos meses y también lo perdió a Cuadrado, quien lamentablemente tampoco debería poder volver antes de más o menos un mes. Si a eso le sumamos la expulsión injusta y vergonzosa de Pizarro, el cartón está realmente lleno.

Fiorentina en la próxima fecha visitará a la complicada Atalanta, que en Bérgamo suele ser peligrosa y mucho. Veremos como reaccionarán el plantel y su joven entrenador ante tanta adversidad.

Por último, otra vez, Milan. La operación "nostalgia", con el regreso de Kaká y el cambio de esquema, fue un fracaso rotundo, por lo menos en primera instancia. Kaká obviamente necesita jugar y tomar ritmo, pero la lesión, que podría marginarlo hasta un mes, retrotrae todo el plan a foja cero.

Mientras tanto, con una pizca de suerte Milan sacó un punto en casa de Torino, con otro penal de Balotelli (por más que circulen muchos números diferentes, son 21 sin errores, una monstruosidad de todas maneras).

El problema es que Boateng ya no está, Montolivo se lesionó, El Shaarawy también, la defensa se cae a pedazos y cuenta sólo con dos centrales disponibles y ni siquiera un lateral de rol, con Zaccardo que jugó 90 minutos luego de una eternidad y ahora deberá jugar 180 más en 4 días.

Porque el miércoles ante Celtic no se puede fallar y el domingo, otra vez en San Siro, llega Nápoli. El fútbol es raro, en una semana todo podría cambiar, pero no siempre lo es y muchas veces es sumamente lógico. Otra vez Filippo Inzaghi, desde la tribuna, mirará esos dos partidos con ojos diferentes a todos los demás.

Cierro con el Clásico de la Linterna, coreográfico y pintoresco como siempre. Genoa festejó a la grande, mérito de su entrenador, Liverani, que salvó su puesto de trabajo, y de su máximo representante en la cancha, Francesco Lodi, quien por encima ejecuta los tiros libres como los dioses. Sampdoria llora, pero no se puede vender a Icardi y traer a Gabbiadini: mejor dicho, se puede, de hecho lo hicieron, pero luego esos errores cuestan muy caro.