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Una Vecchia Signora al acecho

BUENOS AIRES -- La fecha 12 del Calcio, que sobre el papel parecía favorable para el puntero Roma, terminó relanzando las expectativas del bicampeón defensor, Juventus, que venció a Nápoli y, aprovechando el empate de Roma ante Sassuolo, redujo a apenas una unidad la distancia en la tabla.

Una vez más (y van...), los árbitros tuvieron mucho que ver en este balance final, porque mientras Roma sufrió sobre la hora el gol del empate de Berardi, viciado por una falta previa, Juventus se abrió camino para la goleada ante Nápoli con un tanto, llegado luego de apenas dos minutos de juego, viciado por una pequeña pero clara posición adelantada.

En suma, luego de 12 fechas invicta, con diez triunfos y dos igualdades, Roma se encuentra con casi nada en las manos, porque una diferencia de un punto es, a falta de 26 jornadas, absolutamente insignificante.

Claro que los giallorossi pagan las lesiones de sus delanteros (ante Sassuolo se lastimó también Borriello), como demuestran claramente los números: 22 goles en las primeras 8 jornadas y apenas uno por partido en las últimas cuatro.

Con esa producción ofensiva tan pobre, Roma tuvo que recostarse sobre su gran capacidad defensiva para sumar: en dos ocasiones, ante Udinese y Chievo, un gol le alcanzó para ganar, en las otras dos, en casa de Torino y ante Sassuolo, tuvo que conformarse con el empate, si bien vale la pena de repetir que tanto el gol de Cerci en Turín como el de Berardi del domingo debieron ser anulados.

Roma también tuvo sus culpas: ante Sassuolo, Ljajic tuvo por los menos dos ocasiones clamorosas para liquidar el pleito, pero las desaprovechó. De yapa, el serbo sufrió también un penal, pero no sólo el referí no lo cobró sino que, por encima, decidió amonestarlo por simulación.

De cualquier manera, el panorama para Roma sigue siendo favorable: en la próxima, luego de la fecha FIFA, será local ante Cagliari y seguramente recuperará a Gervinho y Borriello, mientras que el 8 de diciembre, cuando enfrentará en el Olímpico a la temible Fiorentina, ya deberían estar de vuelta Destro y quizás también Totti.

Con respecto a Juventus, y más allá de ese polémico primer gol, en el partido, ante Nápoli volvió a verse esa Vecchia Signora enchufada, concentrada y por momentos despiadada de los dos últimos torneos. Nápoli jugó un buen partido, manteniendo el control del juego y la iniciativa por largos pasajes del encuentro, pero el hecho de estar debajo en el marcador desde el comienzo no le dejó margen para el error.

A veces, los partidos se definen por episodios: en el momento de máxima presión celeste, Buffón con un milagro le atajó un venenoso tiro libre a Insigne, mientras que, pocos minutos después, Reina nada pudo ante otro, magníficamente ejecutado por Pirlo. Allá se terminó todo, y sólo quedó tiempo para el golazo consagratorio de Pogba.

Hablando de Nápoli, Rafa Benítez destina seis hombres para defender, los cuatro de la última línea más los dos volantes centrales, mientras que otros tres trabajan claramente en la ofensiva. En otras palabras, el fiel de la balanza es Hamsik, quien ante Juventus debió haberse ocupado de marcar a Pirlo pero, en realidad, jamás pareció encontrar una posición realmente útil en la cancha.

Por encima, sin Zúñiga y Britos la fase defensiva no convence, y eso nos obliga a dedicarle un pequeño párrafo a Armero: ¿qué le pasa al colombiano? Los que más saben, como por ejemplo el Patrón Bermudez, nos dicen que Armero tampoco estuvo en su nivel en los últimos partidos de Eliminatorias con la selección cafetera. Quizás el hecho de haber arrancado como suplente en su club lo haya afectado psicológicamente.
Detrás de los primeros, volvieron a brillar Inter y Fiorentina. Los nerazzurri lo hacen de la mano de un poder ofensivo realmente importante, como demuestran los 29 goles a favor, 3 más que Roma y Juventus y 5 más que Nápoli y Fiorentina.

Con el tiempo (y la vuelta de Walter Samuel), el equipo logró asimilar mejor la ausencia de Campagnaro. Mazzarri insiste con el 3-5-1-1, con Guarín enganche detrás de Palacio, porque los externos, Jonathan y Nagatomo, le están rindiendo mucho, con gran trabajo por los carriles y goles pesadísimos.

Inter, así y todo, no parece equipo capaz de meterse en la lucha por el título, pero ahora el tercer escalón del podio queda mucho más cerca e Inter (como Roma, vale la pena recordarlo) no tiene que gastar energías en los torneos internacionales.

Con respecto a Fiorentina, sigue jugando el fútbol probablemente más bonito del torneo. Le faltan los goles de Gomes, claro, pero encontró en Rossi más que un "Pepito" una verdadera mina de oro, como demuestran los 11 goles del delantero italiano.

También en este caso, un párrafo para un colombiano, pero esta vez de pura admiración: Cuadrado está jugando de manera increíble, con una continuidad asombrosa en los 90 minutos, y realmente es "el arma secreta" de Montella en este torneo.

Cierre, tristísimo, con el alicaído Milan, que ya es más un caso de psicólogo que de análisis técnico o táctico. El equipo, en lugar de mejorar, cada vez suma menos, pero lo más increíble es que sigue liderando casi todas las estadísticas técnicas: primero en posesión, quinto en remates en la luz del arco, tercero en pelotas jugadas, cuarto en pases logrados, segundo en supremacía territorial y sexto en peligrosidad.

En suma, el entrenador, que todos los hinchas parecen voler echar, es el único que hace su trabajo. En cambio los jugadores, entre errores defensivos y goles increíbles devorados, demuestran cada vez más que este plantel no está a la altura de la tradición rossonera.

En estos casos se echa el técnico porque es más fácil que desarmar y volver a construir el plantel, pero las experiencias del pasado (por ejemplo, el despido de Tabárez y la llegada de Sacchi en 1996), demuestran que cambiar de DT cruzando el río a Milan no le sienta nada bien. Personalmente, esperaríamos por lo menos a la matemática clasificación para octavos de final en Champions.