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Nuevos tiempos

Day logró en Melbourne la victoria más importante de su carrera Getty Images

BRISTOL -- Hace 13 años vivíamos en la Argentina con mucha ansiedad la llegada de Tiger Woods y David Duval. La Copa del Mundo revivía de la mano de los World A Championships y un nuevo formato llegaba a la tradicional competencia. El viejo sistema de golpes agregados le daba paso a dos rondas de mejor pelota y dos rondas de golpes alternados. Los responsables de la organización de esta nueva Copa del Mundo tenían la idea que en esa época del año los jugadores no querían jugar más medal play y que este sistema era más relajado.

En aquellos días trabajé durante más de un año al lado de la gente del PGA Tour en la organización de aquel memorable evento en el Buenos Aires Golf Club, que fue sin dudas el más importante en la historia del golf nacional. Tener al mejor golfista del mundo, para muchos el mejor de todos los tiempos, en el mejor año de su carrera no tenía precio y las más de 15 mil personas por día que llegaron al Buenos Aires Golf disfrutaron de un espectáculo memorable.

En lo personal aprendí mucho de lo que es la preparación de un evento de nivel internacional, conocí a mucha gente que llevaba años armando este tipo de torneos, uno de ellos fue Jack Warfield, actual director del PGA Tour Latinoamérica, que en aquel momento estaba a cargo de la puesta en escena de los World Golf Championships.

Todo era muy lindo por aquellos tiempos, pero de entrada tuve la sensación que la Copa del Mundo con ese formato no tenía mucho futuro y que una vez pasado el furor de los primeros años, las grandes figuras le darían la espalda al torneo. Duval y Tiger ganaron aquella primera edición, perdieron en play off al año siguiente en Japón, siendo este el último año en el que Tiger participó. México fue la sede en 2002 y allí Japón resultó vencedor por dos sobre USA, en donde la figura era Phil Mickelson. El sistema de juego no atraía, el torneo no daba puntos para el ranking mundial, el compromiso de los grandes jugadores se desvanecía y en diciembre ya nadie quería viajar a lugares remotos. A partir de allí la Copa del Mundo dio vueltas por USA, España, Portugal y el Caribe hasta recalar en China por cuatro ediciones. El compromiso de China de hacerla por 12 años quedó trunco y se decidió que se jugara cada dos años, ya sin el paraguas de los World Golf Championships.

La semana pasada en Australia, la Copa del Mundo pudo volver a reinventarse. El mismo viejo formato de dos jugadores por país jugando medal play, pero en lugar de hacerlo juntos como en las primeras ediciones, ahora los jugadores del mismo equipo salen en threesomes separados, cosa que hace que el torneo pueda tener puntos para el ranking mundial. Una gran cancha como Royal Melbourne y una bolsa de 7 millones de dólares ayudaron a convocar mejores jugadores, y creo que de a poco el torneo puede volver a tener el brillo de antes.

La Copa Canadá, como se la conoció en sus comienzos en la década del 50, y que fue creada para unir a los países a través del golf, tiene nueva vida. Aquella vida que le dieron Roberto De Vicenzo y Antonio Cerdá cuando ganaron la primera edición y que después tuvo a Palmer, Nicklaus, Couples, Love, Trevino, Snead, Hogan, Ballesteros, Els, Faldo, Chi Chi Rodriguez, Langer, Gary Player y todos los grandes nombres del golf mundial como principales animadores. Es una buena noticia, que ojalá dure por mucho tiempo.

DOBLE VICTORIA
Luego de haber perdido varios familiares en el tifón que azotó Filipinas semanas atrás, Jason Day logró la victoria más importante de su carrera, al quedarse con la clasificación individual de la ISPS Handa World Cup jugada en Melbourne, Australia.

La fiesta fue completa para los locales, ya que Day en compañía de Adam Scott se quedaron con la Copa del Mundo, imponiéndose sobre el representativo de Estados Unidos (Kuchar/Streelman) por 10 golpes. Fue una emocionante ronda final en donde Day salió al frente y luchó durante todo el día con el danés Thomas Bjorn. El putt para par que Day embocó en el 16 dejó sin esperanzas a Bjorn que tuvo que conformarse con el segundo lugar a dos del ganador. Adam Scott ocupó el tercero, a 3 de su compañero, y esto se debió a que en la primera jornada Scott anotó un 9 en el par 4 del 12 que lo dejó con una tarjeta de 75 golpes. A partir de allí luchó para acercarse a los primero puestos y una ronda final de 66 golpes le permitió escalar posiciones, además de asegurar el triunfo para su país.

Ahora Scott jugará esta semana el Australian Open e intentará conseguir la Triple Corona del golf de su país.

El equipo argentino no tuvo una buena semana y terminaron en un lejano 17º lugar a 31 golpes de los ganadores. Me gustaría ver que nuestros mejores jugadores le dieran más importancia al torneo, algo que creo sucederá con este nuevo formato. Por ahora, la fiesta es de Australia.