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Un panorama más claro

BUENOS AIRES -- La fecha 13 del Calcio nos dejó las ideas mucho más claras con respecto a lo que será, como puede apreciarse con cada vez mayor evidencia, el "hilo conductor" de este torneo.

Arriba se perfila un mano a mano apasionante, con dos equipos, Juventus y Roma, con argumentos muy diferentes pero igualmente interesantes y potencialmente suficientes para ganar.

Un poco más abajo, la carrera para la tercera plaza está oficialmente abierta, con varios equipos que se candidatean para la última plaza de Champions y que parecen garantizarnos una lucha apasionante y encarnizada, abierta a cualquier desenlace.

Nápoli, a pesar de venir de dos derrotas consecutivas, muy grave la última sufrida a mano de Parma (sería más justo decir a manos de Cassano; y dicho sea de paso, ese partido me hizo acordar el Brescia de Mazzone y Baggio, que le podía ganar a cualquiera en un buen día), sigue pareciéndonos un escaloncito arriba del resto, pero esa pequeña diferencia podría ser anulada por la competición contienental, que roba cantidades enormes de energías físicas y sobre todo mentales y nerviosas.

Pero Inter tuvo la chance de aprovechar el mal momento ajeno y no supo atraparla: muy por el contrario, demostró bastante falta de personalidad y un problema de esterilidad ofensiva notorio.

Mismo síndrome que sufrió Fiorentina, que no logra resolver el "misterio" Mario Gomes pero no puede pretender que Pepito Rossi y Cuadrado (que en Udine acabó jugando de lateral defensivo derecho, un crimen) le resuelvan todos los problemas ahí adelante, máxime si mala tarde se extiende a Borja Valero también.

En suma, Juventus tiene por lejos el plantel más completo, como demostró en Livorno, con el increíble Vidal al centro de la defensa y con un Llorente que ha resuelto el problema que existía en un cierto tipo de partido: hizo pocos goles, pero todos decisivos y sobre todo goles de "nueve", con la marca encima, resolviendo de potencia acertijos que las incursiones de los volantes no lograban descifrar.

Llorente, curiosamente, tiene peor promedio hasta ahora de los que tenían en la pasada temporada Vucinic, Quagliarella o Matri, pero es el arma que hacía falta en un cierto tipo de partido, contra rivales inferiores que se encierran, superando de potencia al marcador aún sin liberarse de él.

Por eso, el arsenal a disposición de Conte es ahora mucho más completo, máxime considerando que Tevez anota con regularidad y parece poder garantizar esos 20 goles por torneo que nadie antes tenía en sus cuerdas (y que tampoco Llorente tiene, claramente).
Queda el "disturbio" provocado por la Champions, que sigue pareciendo un objetivo fundamental, probablemente antes que el campeonato mismo, un hecho que sirve para emparejar la lucha con Roma.

Una Roma que sigue invicta y que, lo que más cuenta, sigue sin sufrir goles. Su produción ofensiva bajó bastante, los rivales también la conocen mejor, pero ha superado sin daños un momento de importante esterilidad ofensiva, que se manifestó esencialmente contra esos equipos que sólo pensaron en defenderse y que propusieron tácticas bastante mezquinas.

Sin embargo, la solidez defensiva está íntegra, apenas 3 goles en 13 partidos, y vale la pena recordar el dato fundamental en Italia, donde "siempre" (y tomenlo literalmente) gana el equipo que sufre menos goles. Más allá de la incidencia que han tenido, en los últimos tres partidos, arbitrajes seguramente no felices para los giallorossi, que deberían tener por lo menos 4 puntos más de los que tienen.

Claro que hace falta Totti, fundamental en cualquier equipo, pero también Destro, que ante Cagliari estuvo en el banco, puede aportar mucho, mientras que está claro que Liajic no tiene recuersos técnicos y caracteriales como para suplir esas importantes ausencias y no es más que un discreto suplente.

Decíamos de Inter: con Milito e Icardi afuera, con Belfodil que no termina de convencer, Mazzarri insiste con la "frazada corta", es decir bien cubierto atrás pero con el pobre Palacio en el incómodo papel de "llanero solitario", solito allá arriba. Por suerte del entrenador, los externos están rindiendo muy bien, pero está claro que en ese sector habrá que buscar refuerzos en enero, mientras que en ataque habrá que verificar la efectiva posibilidad de Milito de recueperarse integralmente y tomar decisiones consecuentes.

Por el resto, el torneo sigue siendo sumamente agradable y competitivo. Parma le ganó muy bien a Nápoli, Livorno perdió pero con la cabeza muy alta ante Juventus, Cagliari debió haber perdido pero hasta pudo haber ganado ante la invicta Roma, cualquiera le puede hacer partido a cualquiera y quizás el mejor símbolo de eso sea el colero Chievo que, con el nuevo "debut" de Eugenio Corini al mando, venció en el "derbi de Julieta y Romeo" a un mucho más cotizado Hellas, que pinta como revelación del torneo.

Se lo advierto: la lucha para salvarse del descenso será quizás más apasionante que la misma pelea por el título, inclusive con la posibilidada de que queden involucrados clubes que habían arrancado con objetivos muy diferentes.

Porque el Calcio castiga inmediatamente debilidades y errores. Por eso, precisamente, nos gusta definirlo como el campeonato de liga "más difícil del mundo". Qué lo disfruten, lo mejor está por llegar.