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Cuba y el Caribe: amigos con derecho a intimidad

Desde hace tiempo el escarceo entre Cuba y la Serie del Caribe era vox populi. Por una u otra razón siempre aparecía el obstáculo de último minuto para extender un conflicto que finalmente se superó, al menos por este año, y dejó sentado las bases para que el campeón de la liga cubana: Villa Clara, intervenga en la edición número 56 de la también llamada Serie Mundial Latinoamericana, prevista a celebrarse en el estadio Nueva Esparta de Isla Margarita, Venezuela, entre el 1° y el 7 de febrero de 2014.

En apariencia las dos partes saldrán beneficiadas de estas nupcias que deberán renovarse cada año por situaciones ajenas al deporte. Joel Araujo, gerente de operaciones internacionales y desarrollo de béisbol en América Latina para MLB, ya aclaró que en caso de que la Confederación de Béisbol del Caribe quiera que Cuba participe en la edición de 2015 tendrá que solicitar el permiso otra vez.

Más allá de conflictos pasados y los que vendrán, el retorno de uno de los fundadores representa un estimulante -- y no me estoy refiriendo a sustancias prohibidas aunque pudiera surtir el mismo efecto-- para un evento que ha ido perdiendo pegada y que intenta recuperar el esplendor de antaño.

Ya el cambio de estructura en Hermosillo 2013, donde se realizó un juego final entre el primero y segundo lugar, fue una jugada sólida en el complejo escenario impuesto por las Grandes Ligas --con sus leoninas regulaciones--, los dueños de equipos --que se empeñan en no ceder a sus jugadores--, y los beisbolistas que por diversas razones no les interesa participar. Y sin duda que otro movimiento interesante ha sido la integración cubana al convite, novedad que ya está generando enormes expectativas.

Para la otra media naranja (peloteros y entrenadores cubanos) el regreso es un viejo reclamo que finalmente se hará realidad. Quizás, la manera más fiel de reflejarlo es a través de las palabras de varias estrellas que en algún momento del pasado reciente hablaron sobre el tema.

"No en la del Caribe, en todo, debemos participar por la posibilidad de continuar elevando el techo de la pelota cubana y porque el pueblo estará feliz de ver a los muchachos batirse contra los mejores del mundo", dijo Víctor Mesa, seleccionador nacional y que fuera Jugador Más Valioso en el Mundial de La Habana 1984 donde coincidió en el terreno con un tal Barry Bonds.

Rey Vicente Anglada, uno de los intermedistas más espectaculares en toda la historia del béisbol en Cuba, indicó lo importante de la inserción en un torneo de semejante nivel cualitativo: "la decisión está más allá de mi alcance. Tampoco sé si a Cuba la invitan, pero topar contra otro béisbol siempre vale la pena".

"Hay excelente nivel. Técnicamente sería muy provechoso participar, al tener la oportunidad de confrontar adversarios experimentados. Hoy día el béisbol es rentado y jugamos contra profesionales, de ahí que requerimos topar con ellos", dijo el entrenador de pitcheo José Manuel Cortina, quien trabajó con destacados tiradores como José Ariel Contreras, Alay Soler, Danys Báez y Yuniesky Maya, todos con experiencia en Grandes Ligas.

Antonio Pacheco, ubicado entre los tres mejores peloteros en Series Nacionales (SN), aseguró que la competición "sería una valiosa oportunidad de ver a los muchachos desempeñarse contra adversarios de nivel con mayor frecuencia. Podría ser el termómetro de lo que falta (...)".

Para Orestes Kindelán, máximo jonronero en SN con 487, está claro que es oportuno el regreso, pero lamentó que en el pasado las autoridades beisboleras siempre esquivaron las invitaciones a participar. "llevan años invitándonos y nunca participamos. En mi época también lo hicieron varias veces".

"Ojalá Cuba pueda insertarse. Importantes peloteros participan en ese torneo. Lo juegan porque saben que tiene calidad", dijo Pedro Luis Lazo, el máximo ganador de juegos en SN (257 victorias y 136 derrotas) y sensación durante el I Clásico Mundial.

Yuliesky Gourriel, el jugador más mediático de Cuba, coincidió con su ex compañero de la selección nacional: "ojalá se pudiera porque la pelota está subiendo de nivel y no podemos estancarnos".

El ex receptor del equipo nacional y manager de los Industriales campeones de 1996, Pedro Medina, fue reticente previo al II Clásico Mundial. Entonces el equipo Cuba jugó unos partidos preparatorios con los Pericos de Puebla y a raíz de ello subrayó que no veía "ningún tipo de superación" el jugar contra equipos con ese nivel (en caso de ganar la liga mexicana) en una Serie del Caribe.

A pesar de que puedan existir posiciones encontradas, no tengo dudas que este idilio va a sumar y no restar.