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Kershaw, el pitcher mejor pagado de la historia

La barrera de los 300 millones continúa infranqueable, luego de que el zurdo Clayton Kershaw llegara a un acuerdo para extender su contrato con los Dodgers de Los Angeles por 215 millones para los próximos siete años.

Semejante pacto convierte a Kershaw en el lanzador mejor pagado de la historia, al eclipsar el contrato que Justin Verlander firmó el pasado año con los Tigres de Detroit por siete campañas también y 180 millones.

Anualmente, el dos veces ganador del premio Cy Young se llevará un promedio de 30.7 millones por temporada, la segunda cifra más alta para un solo año, detrás del récord que aún ostenta el ahora en desgracia Alex Rodríguez, quien ganó 33 millones con los Yankees en el 2009 y 2010.

El nuevo contrato del zurdo de los Dodgers queda por debajo de lo que se rumoró con insistencia en las últimas horas, acerca de que las negociaciones se movían en la dirección de un acuerdo por 300 millones y 12 campañas.

Pero es más lógico, pues aunque hoy por hoy Kershaw es el mejor serpentinero de todas las Grandes Ligas y tiene solamente 25 años, un compromiso tan prolongado le habría significado a los Dodgers adentrarse en aguas demasiado profundas y desconocidas.

Pocos son los lanzadores en las últimas dos décadas que puedan vanagloriarse de haber tenido una salud inquebrantable y un brazo de hierro que les permitió justificar cada centavo que recibieron.

La posición de Kershaw es la más proclive a las lesiones dentro de todo el béisbol, por el trabajo anormal a que se somete el brazo, tanto en lo que a fuerza se refiere, como a rotación de músculos y ligamentos para los cuales no está diseñado por naturaleza.

Aunque el nuevo contrato es hasta el 2020, hay una cláusula que le permitiría convertirse en agente libre de manera adelantada en el 2018, cuando tenga 30 años de edad.

La cantidad es lo de menos. Los Dodgers tiene dinero de sobra y no importa cuánta plata quieran gastar por año en un jugador.

Lo que complica los contratos y que a la larga los hace disparatados es la longitud de estos.

Si la vida ha demostrado que acuerdos de una década, como el de A-Rod con los Yankees y Albert Pujols con los Angelinos son un error, imagínense 12 años.

Con este contrato, la novena azul ya ha resuelto por un buen tiempo el asunto Kershaw y tiene la tranquilidad de enfocarse en perseguir al japonés Masahiro Tanaka, quien redondearía una de por sí ya poderosa rotación que cuenta además con el derecho Zack Greinke y el zurdo coreano Hyun-Jin Ryu.

O dedicarse a trabajar en la extensión contractual de su campocorto dominicano Hanley Ramírez, quien entra en el año final del pacto que firmó en el 2009 con los Marlins y que arrastró consigo al pasar a Los Angeles en el 2012.

Para los Dodgers, Hanley debe ser una prioridad, sobre todo después que en el 2013 recuperó el toque mágico que le valió para ser considerado en los inicios de su carrera uno de los peloteros con mayor talento natural de todas las Grandes Ligas.