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La experiencia juega un papel clave para algunos en el Abierto de Australia

Li aprovechó su gran experiencia y está en la final en Melbourne Getty Images

BUENOS AIRES -- Cuando habitualmente hablamos de experiencia en esta columna, como uno de los factores más importantes a la hora de afrontar un partido tan duro como semifinales o una final de Grand Slam, no lo hacemos solamente refiriéndonos al hecho de haber pasado anteriormente por esa situación, sino al aprendizaje que el jugador va adquiriendo tras esos momentos de stress máximo. El trabajo psicológico que posteriormente puede realizar ayudará a que el impacto de ese stress sea el menor posible sobre el rendimiento.

El jueves se vieron claramente dos partidos en los que dos excelentes jugadores, como son Na Li y Stanislas Wawrinka, rindieron a un nivel mucho más alto que en otras semis de Grand Slam en el pasado. Tras el partido, ambos apuntaron a su cabeza, o la mencionaron. Y creo que, además, hay una palabra clave en todo esto: concentración.

El problema en esos picos de stress tan altos en partidos con tanta presión es que perdés la concentración. Y no hay forma de jugar bien si no estás concentrado, porque la coordinación no es la misma, la lucidez para tomar decisiones tampoco, e incluso algo que los jugadores no vemos cuando estamos en la cancha, que es todo lo que pasa a nuestro alrededor (mayormente me refiero al público que hay en el estadio), que pasa a formar parte de esa tormenta mental que no te permite enfocarte y jugar bien.

Destaco lo de Li y Wawrinka porque hablar de ellos es hablar de progreso, de evolución y de talento. Aquellos que piensen en lo fácil que es para Roger Federer, Rafael Nadal o Serena Williams les diría que ellos también lo sufren, pero lo manejan tan bien, que por eso son grandes campeones. La "gestión" del stress de estos supercracks es uno de sus mayores talentos, sino el que más.

El proceso por el que ya pasaron Wawrinka y Li es el mismo por el que pronto transitarán Grigor Dimitrov (erró dos derechas en el tie-break del tercer set contra Nadal que entrenando o en un torneo ATP en primera ronda puede fallar una de cada 200 veces) y la jovencísima pero muy talentosa y llena de futuro Eugenie Bouchard (que durante los primeros cinco games de la semifinal simplemente no estuvo en la cancha).

Como verán, todo esto es muy complejo, y bastante difícil de explicar para mí. Espero que se me haya entendido bien, pero claramente hay una diferencia muy grande entre un jugador que ya aprendió a manejar las presiones (que siempre están para todos por igual, indiferentemente del ranking) para que lo afecten lo mínimo posible en su concentración y, por lo tanto, en su rendimiento, y uno que todavía no domina la presión.

Caso aparte es el de Dominika Cibulkova, que también tenía ya la experiencia previa de haber jugado unas semis de Grand Slam, y se ve que aprendió rápido, porque barrió de la cancha a Agnieszka Radwanska con una determinación y un tenis tan sólido que, si es capaz de jugar así en la final, para mí tiene opciones reales de llevarse el título, salvo que Li esté al máximo tanto de tenis como de concentración.

La china, una de mis favoritas en el circuito, es mejor jugadora que Cibulkova, pero tiene que saber llevar su favoritismo y demostrarlo en la cancha. No sería la primera vez que se pone muy nerviosa para cerrar un partido importante y empieza a tirar pelotas afuera de la cancha. De hecho, cuando está tensa se le suelen ir largas.

También podría suceder que la Cibulkova que vimos estas dos semanas desaparezca y se convierta en un nudo de nervios imposibles de controlar. Ojalá que no sea así y podamos ver una linda final.

Con respecto a Bouchard, creo que la canadiense va a ser top 10 muy pronto y que está llamada a ser, junto con Sloane Stephens y algunas jovencitas más, la nueva líder del circuito WTA en unos pocos años.

El caso de Radwanska fue el que más me llamó la atención, porque se la vio muy apática y mucho más errática de lo que en ella es habitual. Probablemente, para ella, era una buena semi sobre los papeles y no supo manejar la situación, porque su tenis fue muy inferior al del partido anterior, cuando eliminó a Victoria Azarenka.

Seguiremos atentos a las "tres finales" que quedan en el cuadro individual de Australia: la gran semi Federer-Nadal y las definiciones femenina y masculina.