<
>

Marion Bartoli busca ganar "un segundo Wimbledon"

ESPN.com

MONTERREY-- Esto es lo que dice la agenda de Marion Bartoli para la próxima semana. Lunes: homenaje en el nuevo estadio del Abierto Monterrey. Martes: salida desde la capital de Nuevo León. Miércoles por la mañana: aterrizaje en París, y cuatro reuniones durante el día. Miércoles por la noche: aeropuerto Charles de Gaulle y viaje a Dubai. Jueves: reuniones en Emiratos Árabes y regreso a París un día después. Sábado, Domingo y Lunes: presentaciones en radio y TV para promover "la gran noche". Y más adelante viaje a Estados Unidos. Y de nuevo a Dubai. Y luego, el festival de Cannes.

Ya no hay partidos y entrenamientos en la vida de la campeona de Wimbledon 2013, pero Bartoli ahora viaja más que cuando era tenista. Este año ha estado en Australia, Jamaica, diversos puntos de Europa, Las Vegas, Miami y ahora en México. Luego de su sorpresivo retiro del WTA Tour, tras el título en el All England, la francesa se ha convertido en una emprendedora del mundo de la moda. Su marca, Marion B. Collection, ya es el sello en productos como joyería, accesorios y las famosas "alas" estilo Shwings. Lo que sigue es el calzado. Y todo con un fin benéfico.

"La mejor parte de estar retirada es que puedo escoger el proyecto que me gustaría llevar adelante. Y decidí crear mi propia marca para diseñar calzado que tiene alas", dice Marion, quien llegó en la noche del viernes a Monterrey invitada por los organizadores del Abierto, que la homenajearán por la conquista de Wimbledon y el 5to aniversario de su victoria aquí mismo, en 2009. "¿Y por qué alas? Porque queremos devolverle las alas a los niños que no tienen dinero para comprar un par de tenis. Básicamente, por cada par de zapatillas que alguien compre, vamos a donar otro para niños necesitados en África, Sudamérica y Asia. No te imaginas la cantidad de trabajo que hay que poner detrás de esto. Pero si lo concreto, para mí será como ganar mi segundo Wimbledon. Si en algún momento un niño logra jugar tenis porque nosotros le dimos la oportunidad, esa será mi segunda victoria".

Bartoli lleva escasos ocho meses retirada. El anuncio de su adiós al tenis llegó a mediados de agosto pasado, luego de perder en la segunda ronda de Cincinnati ante Simona Halep. "Me lesioné la espalda, un pie y el hombro, todos juntos, en 2013. Yo sabía que ese iba a ser mi último año, pasara lo que pasara. Y fue quizás el destino que hizo que fuera premiada por todo el trabajo que había hecho durante mi vida. Pasó en el último minuto. Gracias a Dios terminé mi carrera ganando Wimbledon", dice hoy Bartoli, que llegó sola a Monterrey y ayer dio una conferencia de prensa para medios mexicanos en el Club Sonoma, nueva sede del Abierto. "Algo especial pasó en esas dos semanas en Londres. Antes de Wimbledon estaba en el punto más bajo. Estaba deprimida, cansada, enferma. Mi papá no estaba conmigo. Mis padres no estaban bien. Mi vida personal se derrumbaba. Me sentía verdaderamente triste. Y antes del comienzo del torneo, le recé a Dios para ser feliz de nuevo. Tener una sonrisa cuando me despertara. Era lo único que pedía. Dos semanas después, ganaba Wimbledon. Soñé con ello durante veinte años. Y lo logré".

Hoy Marion no puede borrar la sonrisa de su rostro. La imagen que transmite es la opuesta a la de aquella jugadora en trance, sumergida en su mundo interior, que el WTA Tour conoció durante más de una década. "Ahora la gente me ve diferente. Cuando estás en la cancha, hay tanta presión, y yo estaba tan determinada que muchos piensan que así era siempre. Ahora que me ven afuera del court, ven a la otra Marion que está sonriente y feliz. Hay dos Marion: la del court, que es como un tigre; y la de fuera del court, que es como un pequeño y gentil gatito".

Su vida ya no gira más alrededor de pelotas y raquetas, sino productos, inversiones, promoción. "Este collar es parte de la nueva línea, creada con la firma francesa Shourouk", dice la ex 7 del mundo. Serena Williams ya los ha lucido, al igual que las muñequeras con el sello Marion B. que han usado Dominica Cibulkova y Sorana Cirstea. Otra de las creaciones de Bartoli son los accesorios para el calzado que ella ha diseñado entre otros para el equipo de la NBA Philadelphia Sixers. Atletas como Rafael Nadal y Usain Bolt la han ayudado a promover el producto. La "gran noche" será el 9 de abril próximo, cuando la ganadora de 8 títulos presente en Paris su proyecto global.

"Lo bueno de este momento es que debo ser de nuevo la Marion enfocada, como cuando jugaba", dice la francesa. "Porque cuando debes cumplir los plazos, cuando debes tener el diseño adecuado, cuando debes pelear con los distribuidores para que vendan tu producto, es como cuando luchaba en el court. Realmente siento que estoy jugando un partido de tenis contra todos. Pero antes era un solo oponente, y ahora son cientos. La mayoría hombres, a los que tengo que convencer de que mi proyecto le gustará a la gente. Cuando no eres una marca establecida como Nike o Adidas, la gente se asusta y dice: es algo nuevo, no quiero tomar el riesgo, no sabes qué pasará. La verdad es que si uno no arriesga, no gana. Si no hubiese arriesgado, yo no estaría aquí sentada como campeona de Wimbledon".

Marion cuenta que se despierta a las cinco de la mañana para comenzar a trabajar. Y que no para hasta la medianoche. "Es como si tuviera 6 años y comenzara a jugar al tenis. Soy un bebé. Estoy comenzando. Y quiero ganar un Grand Slam. Eso es lo que quiero lograr. Pero lo bueno es que no es para mí, sino para los niños a los que trataremos de ayudar". Su búsqueda de inversores globales o locales no se detiene. Aquí en México recibe la ayuda del director del Abierto Monterrey, Hernán Garza, para generar contactos y posibles negocios. La francesa aspira a comercializar un calzado conmemorativo de la selección mexicana de futbol, para la época del Mundial. "Estoy tratando de conseguir fondos, tener un sponsor como un fabricante de calzado, alguien que realmente entienda el proyecto y se sume. Estoy confiada que lo lograremos".

Su nueva vida como entrepreneur con causa no le impide hablar todos los días por teléfono con su padre, o planear actividades caritativas como la que hará en agosto próximo, cuando recorra el trayecto de Londres a la cima del Matterhorn en Suiza por su propios medios. Lo hará durante 28 días, corriendo, caminando, andando en bicicleta y escalando. "Lo disfruto, porque así ha sido toda mi vida. Cuando te retiras, te levantas a la mañana siguiente y ya no hay práctica a la cual acudir, no hay match que preparar. Pasé dos meses disfrutando esa novedad. Fui a partidos de futbol, estuve con mis amigos, la pasé bien. Pero luego me dije: esto es cool, pero no lo haré por el resto de mi vida. Me tomó tiempo saber qué deseaba hacer, pero una vez que lo supe, estoy usando el mismo enfoque que el tenis me enseñó a tener. Lo amo. Y este estrés que ahora vivo es como lo que se siente antes de un partido, antes de una final de Grand Slam. Cuando vea que lo que hacemos se vende, que a la gente le gusta, y que el mensaje es transmitido, estaré más tranquila. Ahora es estresante".

Entonces este no es momento de mirar al pasado. Y mucho menos de pensar si, durante su carrera como tenista, hubiese preferido hacer algo de manera diferente. "No me arrepiento de las cosas", dice Marion. "Creo que he tenido unos tremendos 29 primeros años de mi vida. Tuve que superar muchas cosas, pero han sido los años más bellos. Y ahora estoy pasando a una nueva vida. Cuando me levanto, no pienso en lo que fue, sino en lo que es ahora y lo que será en el futuro. Lo que quiero lograr, lo que quiero ser, dónde quiero estar. Es ir hacia adelante todo el tiempo. Lo único que recuerdo del pasado es cuando tuve el trofeo en mis manos. Solo eso".