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Puig trabaja para reducir errores

SAN DIEGO -- Antes de que se hiciera el primer lanzamiento de la temporada en suelo norteamericano, Yasiel Puig ya había acumulado suficientes titulares negativos como para ser considerado el Miley Cyrus de las Grandes Ligas.

El estelar jardinero derecho de los Dodgers de Los Ángeles es uno de los jugadores más completos y electrizantes del béisbol, pero en ocasiones puede sacarle canas prematuras al manager, jugadores y aficionados de los Dodgers por sus descuidos y excesos en el campo de juego. Ocasionalmente, también por sus travesuras fuera del terreno.

Desde que abrieron los entrenamientos primaverales el cubano de 23 años fue criticado por llegar en aparente sobrepeso al campamento en Arizona, luego por un par de corridos locos en los choques inaugurales en Australia y hasta por supuestamente fingir molestias en la espalda. El chico tuvo una reunión a puertas cerradas con el manager Don Mattingly y sus compañeros en la que pidió excusas y solicitó paciencia.

"Quiero ser mejor en todos los sentidos, como jugador y persona", dijo Puig a ESPNdeportes.com el domingo en Petco Park de San Diego, durante la apertura de la temporada del 2014 en Estados Unidos.

"Estoy trabajando en eso. El tiro al cortador, el corrido en las bases, que son las cosas en que tengo dificultades", dijo. "Estoy mejorando gracias a la ayuda de Adrián González, [Juan] Uribe y Hanley [Ramírez] y otros compañeros", agregó.

"Ellos quieren que siga siendo rápido en las bases, pero que lea los batazos... y todo me saldrá como espero y ellos esperan de mí", dijo Puig.

Puig, quien abandonó Cuba y firmó un contrato de $42 millones de dólares con Los Ángeles en el 2012, quedó segundo en la votación para el Novato del Año de la Liga Nacional la temporada pasada, cuando impactó el béisbol y catapultó a los Dodgers a ganar la División Oeste pese a debutar en junio.

Puig bateó .319 con 19 jonrones, 11 robos y 42 carreras impulsadas y tuvo ocho asistencias en los jardines en 104 partidos. Sus 44 hits de junio representan la segunda mayor cantidad para un jugador en su primer mes en las ligas mayores, detrás de los 48 que logró Joe DiMaggio en mayo de 1936.

El cubano se presentó a los entrenamientos con un aparente sobrepeso de 26 libras en relación al año anterior y bateó .167 (48-8), mientras lidiaba con algunas molestias físicas. En los primeros dos partidos oficiales bateó de 10-3 con dos impulsadas.

"Ahora me preparé bastante bien en los entrenamientos, aunque las cosas no salieron como quería, pero espero que en la temporada me salga todo bien", dijo.

"Estoy bien de salud. Ahora me preparo mejor antes de los juegos y estoy llevando al pie de la letra el tratamiento que me recomendaron los trainers", apuntó.

Puig, quien hizo un disparo errado al hombre corte en la primera entrada del juego del domingo, no solo admite sus errores, sino que además confiesa que se toma muy en serio la percepción que se tiene de él, por lo que trabaja duro para mejorar en todos los aspectos.

"Trato de dar lo mejor de mí dentro y fuera del terreno. Hay veces en que [las otras personas] piensan cosas que ni hago, pero tengo que mejorar en todo para evitar que piensen mal", dijo.

"Mejoraré con los consejos de mis compañeros y jugadores de otros equipos, como Robinson Canó y Albert Pujols, grandes peloteros que quieren que yo juegue la pelota como ellos la juegan y estoy de acuerdo con ellos en que debo mejorar", dijo.

Por ahora, los Dodgers siguen apoyando a Puig, pero el jugador sabe que esa licencia no es eterna.

"Es un muchacho y hay que ayudarlo. Todos nosotros pasamos por esa etapa y la mayoría de jugadores a esa edad están en ligas menores", dijo Ramírez, el torpedero estrella del club.

"Todo está aclarado con el manager y mis compañeros. Voy a dejar lo mejor de mí para que ellos se sientan contentos conmigo", dijo Puig.