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River, más allá de los resultados, va encontrando un estilo

BUENOS AIRES --El rodaje le fue dando forma de equipo, algo que a principio de campeonato River no tenía. Por aquellos tiempos todavía buscaba una identidad, un estilo. Pensaba de una manera y actuaba de otra. La ansiedad de la gente terminaba imponiendo el ritmo en cada presentación.

Pero de a poco fue madurando. Hasta encontrarse con el formato que hoy presenta. El cual, por supuesto, todavía esta bastante lejos de ser el ideal, pero hay que convenir que en este fútbol no existen equipos que puedan colgarse la chapa de perfectos.

Por el contrario, es la irregularidad la que termina dándole posibilidades de armarse a todos los participantes. Pero es River el que nos ocupa y, al menos de local, va encontrando un rendimiento interesante. Es esa contundencia que exhibe como anfitrión la que lo lleva a pelear por el título. Porque, hay que decirlo, fue la seguidilla de victorias cosechadas en su casa (cinco consecutivas) las que le posibilitan pelear.

Esto no es casual, por supuesto, Las victorias en fila no caen del cielo, son fruto del trabajo y de un convencimiento que lo acompaña en el Monumental. Claro, algunos pensarán que aún tiene como asignatura pendiente el poder trasladar esto a sus compromisos como visitante. Y es cierto, pero si llegase conseguirlo le estaría poniendo nombre y apellido al campeón. Es que si fuese un poquito regular también afuera de su estadio hoy el torneo lo tendría como líder.

El otro punto que no lo deja llegar más arriba de lo que está es la falta de contundencia.
Tema recurrente, viejo, es cierto, pero aún vigente. Desperdicia muchas jugadas de gol. Si contra Atlético Rafaela hubiese estado algo fino, no tendría que haber siquiera imaginado que el partido se le podía complicar en alguna contra fortuita. Y este punto se convirtió en un compañero de ruta que le inhibe la posibilidad de jugar más distendido algunos partidos.

Inclusive, Ramón Díaz ha encontrado recambios que están a la altura de las necesidades del Millonario. El pasado fin de semana sufrió tres bajas importantes (Maidana, Ledesma y Lanzini), y todas fueron sustituidas con éxito. El técnico hasta se animó a ensayar una modificación táctica (el ingreso de Augusto Solari por Gabriel mercado), que también le redituó lo esperado.

De todo esto se desprende que River, más allá de los resultados, va encontrando un estilo. Y si transforma la ineficacia para convertir en contundencia, y si logra reducir a la mínima expresión los vaivenes que tiene dentro de los partidos, lo que hoy es u a buena campaña va a convertirse en algo todavía mejor. Esta semana será determinante para sus aspiraciones. Estudiantes y Vélez serán sus próximos oponentes y ambos están en la lucha. Y en beneficio de lo que se viene hay que marcar un detalle: River ha funcionado mejor ante rivales de mayor jerarquía. Estos días que se le vienen necesitará, más que nunca, refrendar esta estadística.