Desesperado por no encontrar una faceta competitiva en su equipo, Miguel Herrera puso a sus jugadores a competir, a pelear, a sudar en la cancha. El resultado: nada. No hay reacción, ni individual ni colectiva. México sigue a la deriva con pocos días para el Mundial. La realidad es que el verdadero nivel de la Selección Nacional lo sabremos el día 13, en Natal, cuando ya sea demasiado tarde para ilusionarnos o demasiado temprano para esperanzarnos. Hoy, apostar por México en el Mundial es como jugar a la lotería: puedes ganar, pero lo más probable es que ni siquiera saque reintegro.
LOS ANGELES, CA.- Ni hoy ni mañana: el verdadero nivel de México lo sabremos el día 13, cuando quizá ya sea demasiado tarde para ilusionarnos o demasiado temprano para esperanzarnos.
Miguel Herrera decidió poner "a competir" a la Selección Mexicana. La semana pasada, un triunfo inexpresivo en el Azteca ante Israel. El domingo, una victoria ante Ecuador que le costó la tibia y el peroné a un futbolista y el martes una actuación poco decorosa ante Bosnia. Ha utilizado tres porteros, diferentes centrales en la línea de tres, ha modificado a sus laterales, ha jugado con cuatro combinaciones de mediocampistas y en una semana Oribe Peralta ha tenido mas "parejas" que Liz Taylor. Resultado: confusión, desorden, poco volumen futbolístico cuando tan solo falta un suspiro para que el balón comience a rodar en Brasil 2014.
A la búsqueda del "eslabón perdido", Miguel Herrera sigue tratando de encontrar un cuadro competitivo, cosa que México no tiene desde hace un buen tiempo y cosa que no es, de ninguna manera, culpa de él. Herrera tomó un equipo cortado, en un proceso atropellado, con indecisiones, con cambios de entrenadores y con una reclasificación muy débil. A partir de ahí, tuvo algunos resultados -llamémosles interesantes- en partidos de preparación y punto. La realidad, la dura y triste realidad es que México no tiene futbol, no tiene un equipo solvente y no tiene a la mayor parte de sus jugadores en un nivel óptimo.
El Mundial comienza solo en días. La Selección Mexicana jugará en un grupo que no permite distracción alguna. Con el anfitrión Brasil a la cabeza, parece quedar un solo boleto para los octavos de final, a disputarse frente a dos selecciones como Camerún y Croacia que no solo tiene mejores futbolistas en el plano individual, sino que también podrían gozar de una salud en equipo diferente a la que sostiene México
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Herrera ha hecho un intento desesperado por encontrar el nivel futbolístico de este México. Ha puesto a competir, a probar a los jugadores para saber si alguno de ellos, de pronto, levanta su nivel y se convierte en el "futbolista caliente" de las siguientes semanas. Pero a una semana del Mundial, los resultados del "electrocardiograma" muestran poca reacción en el grupo. Una selección donde no hay demasiada esperanza ni en el plano individual ni en el colectivo. Y con ello, México tendrá que salir a jugar el Mundial. El día 13, solo hasta el día 13, sabremos qué tiene y qué no tiene esta selección.
@Faitelson_ESPN