BRASIL -- Ya en esta recta final de la Copa del Mundo, vale la pena hablar de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe, la Concacaf, a la que nos hemos acabado señalándola con ser una región de muy baja calidad futbolística.
Creo que después de Brasil 2014, las cosas pueden ir hacia arriba y mejorar para esta confederación. Lo que ha hecho Costa Rica con esa carencia de una gran infraestructura, con poco presupuesto, con limitados viajes para el fogueo; encontraron la manera de sacar jugadores al extranjero y después de la vitrina que han tenido, seguramente esto se va a dar más.
Un Jorge Luis Pinto que pudo marcar una enorme diferencia para esta selección tica, pese a que sólo gana 30 mil dólares al mes -comparando con Miguel Herrera que gana 150 mil al mes- habla de que en Costa Rica los jugadores de primera línea ganan entre 4 y 5 mil dólares mensuales, el por qué buscan salir al extranjero y se preparan para ello. Ahí está un Celso Borges que habla como 5 idiomas, un Bryan Ruiz con un perfecto inglés.
Creo que la clave para Costa Rica ahora será que todas esas oportunidades que tendrán sus jugadores de tener ingresos económicos que nunca soñaron, sepan capitalizarlas; no perder piso, que no se vuelvan el tipo del Corvette amarillo y Louis Vuitton.
Ahí está Costa Rica con una actuación histórica y es de aplaudirse, esperemos que esto ayude a mejorar la competencia en el resto de la Concacaf.
De México, pues se tiene todo. Me preguntaban algunos amigos siguiendo a Costa Rica que por qué el Tricolor no da ese brinco. Yo les explicaba que los 5 extranjeros que se permiten por equipo en la liga deberían bajar a 3 para dar oportunidad a los jóvenes, pero que afectarían el "negocio" entre los dueños y los promotores; que existe el "pacto de caballeros"; el control absoluto que tiene una televisora sobre la selección, etc.
Por ahí me enteraba que si sumamos lo que genera de ingresos la Selección Mexicana jugando en Estados Unidos; lo que le paga SUM y los derechos de televisión, México se mete alrededor de 5 millones de dólares por partido amistoso jugado en Estado Unidos. La marca Adidas les dio 100 millones de dólares por 4 años de patrocinio en el uniforme y la proyección es vender 40 millones de playeras, lo que habla del gran negocio que es, pero no se puede olvidar que el Piojo vino a salvar un barco prácticamente hundido, tomó una papa caliente y lo hizo muy bien.
Miguel Herrera debe seguir siendo honesto, frontal; lo deben dejar trabajar y que los intereses no lo afecten, pero nuestro futbol debe bajar el número de plazas de jugadores extranjeros, tener una apertura mediática, que no sea un duopolio televisivo que paga lo que quiere a los equipos por sus derechos de transmisión, que venga la competencia con más concesiones de televisión abierta, porque todo eso hace que el futbolista pueda cotizarse con una real oferta y demanda, y no de un "pacto" que dice que si se van de un equipo por sus propios medios, ya no pueden regresar al futbol mexicano.
Finalmente, lo que ha significado este mundial en el mercado estadounidense, que un USA contra Alemania marque más rating que una final de NBA fortalecerá a la MLS porque habrá más derechos de televisión y más dinero para gastar.
Veremos si al término de Brasil 2014 en verdad se anunciará que Qatar perdería la sede del mundial del 2022 y Estados Unidos sería la opción, hasta México podría ser coorganizador con los norteamericanos.
Un gran Mundial para la Concacaf, un ejemplo a seguir lo que ha hecho Costa Rica y México tiene que aprender que toda esa infraestructura, todo ese dinero, no ayudan si no se eliminan esas "pequeñas mafias" de nuestro balompié, y los estadounidenses, creo que se van a meter de lleno los medios de comunicación porque los ratings ameritan ya cheques abiertos.
Ya me imagino en lo que se terminará cotizando el Mundial para el 2026 cuando nuevamente se abran las candidaturas y Estados Unidos busque tenerlo por segunda ocasión en la historia.
Los invito a seguirme en @espnsutcliffe.