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Mike Trout no es el relevo de Derek Jeter

Derek Jeter y Mike Trout guardan algunas similitudes, pero el el peso del equipo cuenta mucho. AP Photo/Tomasso DeRosa

Mike Trout es el pelotero más completo de la actualidad, pero al menos por ahora, no será el relevo de Derek Jeter en cuanto a imagen de las Grandes Ligas.

Puede que la oficina del comisionado insista en promover al joven jardinero de los Angelinos de Los Ángeles como tal, pero Trout está lejos de igualar a Jeter como la cara del mejor béisbol del mundo.

Porque eso no se impone. Eso se gana.

Más allá de los propios Jeter o Trout, hay factores que influyen en esa imagen que nos deja el número dos de los Yankees que de momento conspiran en contra del jugador de los Angelinos.

No es lo mismo jugar para los Yankees bajo los refulgentes reflectores de la Gran Manzana, que para el segundo equipo de Los Ángeles.

Porque, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese, el equipo de Los Ángeles son los Dodgers.

Es algo así como los Mets, que son "el otro equipo" de Nueva York.

Además, desde su primera campaña completa, en 1996, cuando Jeter se llevó el premio de Novato del Año en la Liga Americana, mostró un liderazgo inusual para un chico de apenas 21 años y una capacidad para engrandecerse en los momentos más cruciales, entiéndase la postemporada, cuando los hombres se separan de los niños.

Jeter fue clave en los cinco títulos que los Yankees obtuvieron en los últimos 20 años y me atrevo a asegurar que sin él en las paradas cortas habría sido difícil, sino imposible, semejantes logros.

Sí, ya sé, él no lo hizo todo solo. Fue el esfuerzo conjunto de Bernie Williams, Jorge Posada, Andy Pettitte, Mariano Rivera, Orlando 'El Duue' Hernández, David Wells, Tino Martínez, Roger Clemens y Paul O'Neill, entre otros pilares de aquella dinastía.

Pero todos ellos tuvieron a Jeter como su Capitán, como el hombre al que todos miraban cuando la candela se ponía brava, del que todos esperaban la acción salvadora.

El respeto que ha ido forjándose desde el principio el pelotero de Nueva York es algo que no se impone de un golpe, sino algo que se cultiva día a día.

No va a ser un decreto de Bud Selig el que coloque a Trout como relevo natural de uno de los más grandes peloteros de la historia, que nos deja una carrera con visos de leyenda.

Es muy probable que de seguir su carrera a este ritmo, Mike Trout termine junto a Jeter en el Salón de la Fama de Cooperstown, pero todo eso está por verse.

Todavía no sabemos cómo responderá el jugador de Los Ángeles ante la presión de unos playoffs, pues jamás ha visto un pitcheo en postemporadas.
Lo lógico es que brille tal como lo hace día a día en campañas regulares, pero en el béisbol no existe lógica y si no, pregúntenle a Alex Rodríguez, en su momento considerado el mejor pelotero del mundo entre abril y septiembre, pero uno de los peores a partir de octubre.

El relevo de Jeter, en cuanto a imagen, a carisma, a respeto, saldrá en algún momento de manera natural, sin imposiciones, de la misma forma en que aquel flaquito con cara de niño se apareció un día y nos deslumbró desde el campocorto del Yankee Stadium.