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Comodines complican mercado de cambios

ORLANDO -- Las inexorables manecillas del reloj mantienen su avance frontal a la hora cero del 31 de julio, la fecha límite establecida por Grandes Ligas para que los equipos puedan cambiar jugadores sin ningún tipo de restricciones.

La creación de un segundo puesto comodín a los playoffs en ambas ligas desde el año pasado ha complicado notablemente el realizar transacciones en el mercado de mitad de temporada. La razón es simple: Con 10 plazas de playoffs en juego, más equipos conservan genuinas oportunidades de clasificar, lo que aumenta la demanda y reduce la oferta, creando una escasez.

A exactamente una semana del 31 de julio, 16 equipos están en un puesto de clasificación o al menos a 2.5 juegos de la tierra prometida. 18 de los 30 conjuntos de las ligas mayores no están fuera por más de 4.5 juegos de la liguilla de octubre.

Mientras Baltimore, Detroit, Oakland, Washington, Milwaukee y San Francisco encabezan las seis divisiones de las ligas Americana y Nacional, Anaheim, Seattle, Yankees de Nueva York, Toronto, Cleveland, Kansas City, Atlanta, Dodgers de Los Angeles, San Luis y Pittsburgh están separados por menos de tres juegos de los cuatro comodines.

Pero incluso un conjunto como Tampa Bay (49-53), que se encuentra a siete juegos de Baltimore en el este y a 4.5 del segundo Wild Card del joven citcuito, no debería ser descartado. Los Rays han ganado siete partidos consecutivos y con 18-5 desde el 25 de junio, han recortado siete partidos en la carrera por un puesto a los playoffs y todos sabemos que dos meses es suficiente tiempo para reducir otros siete para un equipo con la tercera mejor efectividad de la liga.

Eso es sencillamente impresionante y positivo para el balance competitivo del béisbol, pero complicado para determinar cuáles novenas deberían ser consideradas compradoras o vendedoras con dos meses aún pendientes en el calendario regular.

Pensemos en la situación, por poner un ejemplo, de Tampa Bay con el estelar zurdo David Price y el polivalente Ben Zobrist. A los 28 años de edad y a una temporada de ser agente libre, Price encaja perfectamente en el perfil de candidato a ser canjeado por un paquete de prospectos valiosos. Zobrist, de 33 años, podría ser uno de los mejores peloteros-no estrellas del juego y una pieza que le gustaría agregar a varios contendores.

¿Pero cómo el gerente general Andrew Friedman explicará a los atribulados -- y escasos -- fanáticos de St. Petersburg que comenzó a desmantelar un conjunto justo cuando está jugando su mejor béisbol y tiene por delante una importante porción de partidos contra sus rivales divisionales que podrían decidir una clasificación?

La situación de Friedman no es única. Es la misma que viven los jefes de oficinas en la mayoría de conjuntos mencionados anteriormente como genuinos contendores debido a la existencia de un segundo comodín en cada liga desde el año pasado. Y la misma que viven en Boston y Cincinnati, que aunque se encuentran a seis y cuatro partidos, respectivamente, de un segundo comodín, no son tradicionales vendedores del mercado de medio término.