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El futbol que adormila

Encender la televisión durante el fin de semana del futbol mexicano, resultó en casi un suplicio. Y es que en lugar de atraer emociones, atrapar sensaciones, encender pasiones, aumentar pulsaciones, lo único que hizo la Liga MX fue provocar largos y prolongados bostezos. La falta de calidad en los futbolistas y en los equipos terminan ofreciéndonos escenarios desiertos de espectáculo mientras un mundo más pequeño, 'afectado' por las nuevas tecnologías, le permite al aficionado cambiar el canal de la televisión para sintonizar otro nivel de juego, de jugadores, de entrenadores y de escenarios.

LOS ANGELES, CA.- Atreverse a encender la televisión durante el último fin de semana en el futbol mexicano fue también una invitación al bostezo.

Las canchas se alejaron por completo de la esencia del juego: brindar espectáculo, ofrecer entretenimiento. Los partidos se cerraron al máximo, el ritmo descendió, las jugadas de peligro escasearon, hubo pocas emociones y casi nada que remarcar técnica o físicamente en un equipo o en cierto futbolista.

El futbol se aburrió de sí mismo en los campos mexicanos.

Es evidente que aún no entramos al tiempo o al periodo donde hay que congraciarse y conformarse con el bendito equilibrio que ofrece este futbol, un síntoma o una emoción que termina tapándolo todo, incluyendo las dudas que genera el nivel competitivo de la Liga MX. La crisis de algunos equipos populares --por no llamarles 'grandes'-- también es un tema a considerar. Lo que hagan Chivas, Cruz Azul y Pumas tiene un impacto mediático y si a ello agregamos el hecho de que el líder general y mandón inobjetable del torneo, el América, aún no logra una condición plena de su futbol --suponemos que algún día lo tendrá-- entonces entenderemos el por qué las canchas lucen tan vacías de diversión y esparcimiento.

No parece ser el tiempo apropiado para que el futbol mexicano se 'relaje' en ningún sentido. La falta de calidad en los futbolistas y en los equipos terminan ofreciéndonos escenarios desiertos de espectáculo mientras un mundo más pequeño, 'afectado' por las nuevas tecnologías, le permite al aficionado cambiar el canal de la televisión para sintonizar otro nivel de juego, de jugadores, de entrenadores y de escenarios. La competencia es cada día más cerrada. En tiempos no muy lejanos, el domingo del aficionado se basaba en elegir entre el futbol o el cine para satisfacer sus necesidades de distracción. Hoy, las ofertas dentro del propio futbol son inmensas.

El futbol mexicano también debe observar con una mirada seria y reservada a su vecino del norte. Históricamente, Estados Unidos ha exportado 'grandes ligas' en deportes como el beisbol, el futbol americano o el baloncesto, pero la historia está cambiando: la MLS (Major League Soccer) está creciendo cada vez más, está elevando su nivel de competencia, está trayendo más y mejores jugadores procedentes de las ligas europeas, tiene magníficos y cómodos escenarios y cada día está más presente en la televisión estadounidense.

Encender la televisión fue casi un suplicio durante el fin de semana del futbol mexicano. Y es que en lugar de atraer emociones, atrapar sensaciones, encender pasiones, aumentar pulsaciones, lo único que hizo la Liga MX fue provocar largos y prolongados bostezos.

@Faitelson_ESPN