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La Volpe y Reyna: doble moral en Chivas

LOS ÁNGELES -- ¿Es así Chivas? ¿Doble moral? ¿Hipocresía? ¿Con la misma lengua bífida que condena a uno, indulta al otro?

La directiva del Guadalajara defiende a Ángel Reyna porque casi considera angelical su gesto de tomarse los genitales y ofrendarlos con sorna a la tribuna del Estadio Luis 'Pirata' Fuente.

La misma directiva de Chivas, que con base en testimonios de la podóloga despidió entre escándalos a Ricardo La Volpe, por conducta licenciosa y concupiscente con la especialista del equipo.

Hay similitudes y diferencias. Pero, al final, esas diferencias y similitudes, hacen más lamentablemente evidente que en Chivas se pueden juzgar de manera distinta dos actos reprobables.

Caras distintas. Se predica lo que no se practica, y se practica lo que no se predica. Falsedad, pues.

Hace más de 2 mil 300 años, Aristóteles aseguraba que "no se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto".

Y un poquito antes que él, Homero escribió que "odioso para mí, como las puertas del Hades (versión del Diablo griego), es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra".

El escenario se vuelve más ridículo en las contradicciones de sus propios dirigentes.

1.- Paco Palencia asegura que no habrá castigo contra Reyna, porque sólo se acomodaba la ropa interior.


2.-
En tanto, Rafael Puente dice en Raza Deportiva de ESPNDeportes Radio que habrá sanción, pero que será de manera interna.

Es decir, como conclusión, tras las declaraciones de Palencia y Puente, en el caso de Reyna ¿un oprobio público se aprueba en privado?, y en el caso de La Volpe ¿un presunto oprobio en privado se castiga públicamente?

1.- En la exhibición o divulgación descarada de Ángel Reyna, no hay manera de disimular o disfrazar o minimizar o aprobar el gesto. Si tanta era la urgencia del jugador por ajustar la incomodidad de la ropa interior, podía haber acelerado su paso al vestuario y no realizar pausadamente la ostentación mímica y desafiante a una tribuna, a la que una vez, por cierto, juró entregar todas sus virtudes, aunque al final, se llevó dos millones de dólares y dejó muy poco futbolísticamente.

2.- En la exhibición privada de la que se acusa a La Volpe de comparecer desnudo ante la podóloga, mal cubierto con una toalla, y sugiriendo toqueteos lascivos, el Guadalajara, encomiablemente, obró anteponiendo los intereses laborales, morales, educativos, formativos y éticos, a los intereses deportivos y competitivos. Antepuso las urgencias morales de Chivas a las urgencias deportivas de un equipo que parecía encontrar el camino con el argentino. De aplaudirse.

3.- Pero, ¿dónde separa Chivas la intención, la moralidad, la ética, el respeto entre el desplante público de Ángel Reyna contra una muchedumbre, y el desliz privado de La Volpe hacia la podóloga?

4.- Pero, ¿dónde y cómo interpretan Jorge Vergara y su séquito la legitimidad de las explicaciones de Reyna para tomarse los genitales y ofrecerlos a la afición veracruzana, y dónde y como ante las versiones en su defensa de Ricardo La Volpe?

5.- De acuerdo: no es lo mismo acosar, o azuzar de manera insidiosa, con contacto físico incluido, presuntamente, de La Volpe a la podóloga, como, en el otro caso, ponerse la mano de manera innoble en las partes nobles con la sonrisa y la implicación cínica, burlona y desafiante de Reyna a la tribuna del Luis 'Pirata' Fuente.

6.- Pero, de una u otra manera, los dos actos pertenecen al mismo código de ralea y promiscuidad, dentro del aparente códice de rectitud, santidad, respeto y buenas costumbres que promulgan en sus reglamentos internos Chivas y Omnilife. y por las palabras de sus propios dueños, Vergara y su señora esposa Angélica Fuentes.

7.- ¿O acaso en la tribuna de Veracruz no había familias?, ¿o no había damas, no había adolescentes y niñas? ¿o la ofensa, el irrespeto, la agresión impúdica de Reyna no estaba manufacturada, como la de La Volpe con premeditación alevosía y ventaja?

8.- ¿Pueden ser las mismas personas, cabezas de las mismas empresas, mojigatas para un hecho e inquisidores implacables en otro? ¿Pueden ser, Vergara y su séquito, santurrones y moralistas en un hecho, y licenciosos y permisivos en otro?

9.- ¿El pecado imperdonable –totalmente de acuerdo—de La Volpe es castigado de inmediato, pero el pecado imperdonable de Reyna es venerado y premiado con tolerancia, comprensión y perdón?

Tal vez quien mejor rinde homenaje a este doble rostro en la moral de Chivas, es La Rochefoucauld: "La hipocresía es un homenaje que el vicio rinde a la virtud".

Y entonces, Chivas castigó al que le estorbaba, pero rescata al que aún no le estorba. Castigó al que ya no le servía, pero rescata al que tal vez aún le sirva.