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Cuanto más timorato, más sabio es Chivas

LOS ÁNGELES -- No decidir es una forma de decidir. Suele ser la más pusilánime de todas las formas de decidir. Dejar que el río arrastre sus propios muertos. Lavarse las manos antes de percudírselas.

Pero, en el caso de Chivas, no decidir es la mejor forma de decidir.

Aunque se dé una cadena de versiones timoratas de Poncio Pilatos.

1.- Rafael Puente apoya a Carlos Bustos, aunque, aclara, el dueño, Jorge Vergara, puede decir lo contrario.

Puente, obviamente, entregó a su patrón a las fieras. Si hay guillotinazo sobre el pescuezo volátil de Bustos, será su culpa.

2.- Vergara apoya a Bustos, pero la decisión final queda en manos de Paco Palencia, quien hace tiempo perdió protagonismo, y de hecho ya se ha alejado de casi todos los actos protocolarios del Guadalajara.

3.- Y Bustos prepara el partido ante Xolos de Tijuana, azuzado por la crisis y vilipendiado porque su puesto se manipule como papa caliente, sin que nadie en la directiva, se atreva a mantener una postura por él.

La tribuna de solidarios con el técnico de Chivas está tan vacía como la del OmniLife si sólo entraran los que pagan boleto y no llegan con cortesías.

Debe ser fascinantemente cómodo para Bustos trabajar sabiéndose huérfano e indigente de todo el respaldo, sostén y amparo de sus propios jefes.

Y especialmente, cómo repercute en la percepción del jugador el saber que su técnico pierde jerarquía, personalidad y autoridad ante todos.

Sin embargo, esta vez, insisto, no decidir parece ser la mejor forma de decidir para Chivas y en Chivas.

Esa pusilánime postura de dejar que el tiempo pase sin necesidad de respaldar o de cuestionar a Bustos, arroja por lo menos tiempo al Guadalajara.

E insisto también que si hay un punto neurálgico en el que debe ser cuestionado Bustos es en la elección de sus atacantes. Por lo pronto, ya sabe que no deberá alinear a Aldo de Nigris, obligadamente, ante Xolos, y si sobrevive al resultado, tampoco ante el Puebla. Tres semanas estará fuera por lesión.

Esto le permite poner a jugadores con velocidad, ritmo y potencia para llegar al área. No es secreto: el armado con Arce, Giovanni, Reyna, Bravo y Fierro tiene condiciones para incomodar al Puebla.

Recordemos que tras la terapia colectiva, la catarsis emocional en casa de Jorge Vergara, con un grupo de apoyo psicológico, encontró que despedir a Carlos Bustos sería contraproducente para el equipo.

Tomar una decisión drástica, dijeron los especialistas, sólo sembraría más confusión en el ya confundido grupo, más allá del cambio de sistema de trabajo y de juego que implicaría, porque llegaría a restregarle al jugador que el culpable es únicamente él, y que llegue quien llegue al banquillo, aún con las mejores intenciones posibles, no podrá funcionar.

Ojo: Chivas marcha 15 en la Tabla General y en la Tabla de Porcentaje. La Liguilla de la que llegaron a hablar Bustos, Puente y Vergara, se quitó los harapos de utopía, para dejar en claro que es sólo una farsa.

Y le queda el descenso como la gran amenaza.

Chivas ha mejorado a partir de aquella encerrona donde a punta de "verdadazos" colectivos, a fuerza de decirse sus verdades y pasarlas por el tamiz de los especialistas, el equipo cambió de actitud, y para su pesar el partido ante Monterrey se suspendió, y ante Querétaro, el penalti y la expulsión de Carlos Salcido desencadenaron la derrota.

Lo peligroso para el Guadalajara es el compromiso de la Copa MX ante Tijuana.

La llegada de Daniel Guzmán reenganchó a los Xolos, y el Travieso mantiene la animadversión a Chivas, porque su propietario lo acusó, en sus primeros días de gestión, de que en aquel entonces dirigía al Rebaño con un título de entrenador falsificado totalmente.

Al final, pues, tal vez la túnica timorata de Poncio Pilatos, con la que se visten Puente y Vergara, es lo mejor que le puede pasar a Bustos y al Guadalajara.