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Rafa, Puente roto con espíritus ramplones

Mexsport

LOS ÁNGELES.-- Aclaremos que son rumores. Pero aclaremos también que los orígenes de esas versiones son incluso los mismos jugadores.

Y aclaremos que la autenticidad de estos murmullos y cuchicheos, no exoneran a los mismos futbolistas de su responsabilidad.

Y entendamos que esas versiones se convierten también en lo mismo que pretenden denunciar y combatir.

1.- Rafael Puente del Río ha roto prácticamente todo tipo de relación con la mayoría de los jugadores de Chivas. Increpaciones hechas por él al plantel han causado malestar por el tono y palabras soeces.

2.- Otra versión afirma que el mismo Puente habría abandonado un palco en el Omnilife que ya le es incómodo, el del propietario del equipo, Jorge Vergara. Y ha ido a buscar refugio en el cubículo del estadio donde se hospeda a esposas y novias de los futbolistas.

Desde ahí, ha lanzado críticas, epítetos, comentarios airados y calificativos intensos contra algunos jugadores de Chivas, indignando a las parejas de los futbolistas y que obviamente se han compartido en casa.

3.- Ha pretendido mantener en Chivas la versión de que quien manda es él, y que Paco Palencia no tiene poder de decisión a raíz de que su credibilidad se vino abajo, al no funcionar los refuerzos que llevó al Rebaño en sociedad con su promotor Greg Taylor.

4.- Habría sido precisamente Puente quien buscó al técnico español Pepe Mel la semana pasada, para saber si le interesaba dirigir a Chivas.

El acercamiento, especifican en España, fue de un directivo joven del Guadalajara, "pero no fue Palencia", y se dio bajo recomendación de Albert Benaiges, quien llegó a hacerse cargo de las fuerzas básicas de Rebaño por gestión de Puente.

Precisamente a él se refería Omar Bravo en las declaraciones dirigidas de que algunos tipos "generaban turbulencia", inquietud e incertidumbre al estar sondeando entrenadores cada semana para suplir a Bustos.

5.- Cuando el dirigente se acerca a los jugadores en concentraciones o entrenamientos, los grupos se desvanecen de inmediato, y las versiones indican que apenas algunos aceptan charlar con él, aunque su relación con Carlos Bustos fluye sin problemas, porque el técnico argentino en general goza de respeto por sus conocimientos.

Ojo, por eso insisto: más allá de la veracidad de estos cuchicheos en los rincones de la organización, más allá de la evidente crisis, lo cierto es que ninguna de las partes se justifica.

Es decir, ni Puente hace lo correcto, si todo ocurre de esa manera, pero los jugadores tienen un escenario magnífico para revertir y hacerse amos del panorama: jugar bien al futbol y jugarlo con testosterona, con responsabilidad.

Fernando Quirarte, un emblema del Guadalajara, analizaba en Raza Deportiva de ESPN Deportes Radio, esa falta de entrega y carácter de algunos jugadores al tener excelentes salarios y el protagonismo de vestir una de las camisetas más importantes de México, sino es que la más importante.

Puente, reitero, puede estar equivocado, pero las actitudes displicentes, aburguesadas, irresponsables en la cancha, convierten a los jugadores en los primeros reos, los primeros acusados, en la persecución para encontrar a los culpables del proceso degenerativo de Chivas.

A final de cuentas, el futbolista tiene el último y más supremo de los escenarios: la cancha, pero si decide ensuciarla como protesta, es un acto de traición.

Y si el jugador, millonario, se deja vencer, someter, desmotivar, por los desplantes de Puente, entonces, queda claro, que el tamaño de la camiseta y de la responsabilidad histórica que tiene con Chivas, rebasa su ramplón espíritu.