<
>

Breves y sorpresivas series divisionales

Efímeras y sorprendentes resultaron las series divisionales de la Liga Americana, ambas concluidas por barridas de los Orioles de Baltimore sobre los Tigres de Detroit y de los Reales de Kansas City a costa de los Angelinos de Los Ángeles.

Nadie se esperaba esto, sobre todo en la porfía entre Reales y Angelinos, teniendo en cuenta que Mike Trout, Albert Pujols y compañía ganaron más juegos que nadie en el joven circuito durante la campaña regular y Kansas City, en su condición de comodín, se suponía era el más débil de los cuatro equipos participantes en esta primera ronda.

Pero cuando llega octubre, un equipo inspirado resulta más peligroso que uno plagado de nombres ilustres y eso fue lo que pasó en esta ocasión.

El cubanoamericano Eric Hosmer estuvo inmenso, crecido a la hora clave, al igual que Alex Gordon o Mike Moustakas, con batazos cruciales en una serie que necesitó de extrainnings para definir sus dos primeros encuentros, mientras que Lorenzo Cain dio recital de grandes fildeos en la pradera central.

Mención aparte al manager Ned Yost, quien manejó el pitcheo de manera acertadísima e hizo los cambios en los momentos más oportunos.

Y no sólo en el caso de los lanzadores. Jarrod Dyson salió a asegurar la defensa en el jardín central en el octavo episodio del segundo partido y su disparo a tercera para enfriar a Collin Cowgill fue fundamental para completar una doble matanza que mantuvo el partido igualado.

Entretanto, los Angelinos se desplomaron ofensivamente. Uno de los atractivos de esta serie era ver a Mike Trout, casi seguro ganador del premio de Jugador Más Valioso de la campaña, en su primera aparición en postemporada.

Pero Trout no parece preparado aún para estos momentos y al decir de un colega, pareció más A-Rod que Derek Jeter, al irse de 12-1 (.083) y cerrar dos de los partidos con ponches ante Derek Holland.

Y ni hablar de Josh Hamilton. Impresentable, en blanco en 13 turnos.

Igualmente sorprendente resultó la barrida de Baltimore sobre Detroit, equipo que una vez más se queda corto en el camino.

En primer lugar porque los Orioles entraron a la postemporada con tres bajas fundamentales en su engranaje: el antesalista dominicano Manny Machado y el cátcher Matt Wietters por lesiones y el primera base Chris Davis suspendido por uso de sustancias prohibidas.

En segundo lugar porque tendrían que enfrentar a la rotación más poderosa de todo el béisbol, compuesta por los ganadores del premio Cy Young de la Liga Americana en los últimos tres años: Max Scherzer (2013), Justin Verlander (2011) y David Price (2012).

A Scherzer lo sacudieron con cinco limpias en 7.1 innings y a Verlander le fabricaron tres en cinco episodios, para luego emboscar a los ineficaces relevistas Joba Chamberlain y Joakim Soria.

Price trabajó en gran forma, pero no pudo evitar un decisivo jonrón decisivo de dos carreras del dominicano Nelson Cruz, gran competidor que se echó sobre sus hombros el peso ofensivo del equipo ante las ausencias antes mencionadas.

El viernes arranca la Serie de Campeonato de la Liga Americana entre dos equipos inspirados, hambrientos de una gloria que no saborean desde 1983 los Orioles y desde 1985 los Reales.

¿Quién dijo que una postemporada sin los Yankees o los Medias Rojas no tenía emociones? ¡Qué viva el béisbol!